Pocas preguntas importan más para un creyente que la de este corto artículo.
Si puedo perder mi salvación, ¿cómo sé si no la he perdido ya, y cómo recuperarla en ese caso? ¿Cómo vivir confiado en el Señor mientras creo que puedo perderme de nuevo? ¿Debo completar de alguna forma la obra de Cristo por mí?
Por otro lado, si la salvación no se pierde, una vez que he sido salvado ¿tengo permiso para entregarme al pecado? ¿qué ocurre con quienes estuvieron en la iglesia, pero se apartaron del Señor?
Dios no ha callado al respecto. A continuación, quiero señalar al menos tres verdades que la Palabra de Dios enseña sobre esto: