“¿Qué haría Jesús?”
Esa pregunta fue muy popular en los noventas, y lo sigue en la actualidad.
Para muchas personas es un slogan que usan en situaciones en las que no saben qué hacer… y para otras, es una excusa para justificar lo que está mal, como la complicidad con cosas que no deben ser toleradas, —porque “Jesús es amor”—, ignorando que Él fue muy claro al llamar al pecado por su nombre y decir verdades confrontantes.