Una de las prácticas más populares entre muchos predicadores consiste en hacer un llamado al altar al final del sermón.
Comprendemos que para muchas personas, esa práctica es bastante especial, y para millones de evangélicos esa es posiblemente la única forma (o la mejor) de terminar un sermón o evangelizar.
Pero, ¿es bueno hacer llamados al altar cuando terminamos un sermón? ¿Es bíblico? ¿Es saludable para nuestras iglesias locales?







Hoy tengo el gozo de compartir contigo una entrevista al pastor Jorge Altieri sobre un tema más necesario de lo que muchos cristianos creen: La plantación de iglesias.