“Deléitate asimismo en Jehová, y Él te concederá las peticiones de tu corazón” (Salmos 37:4). Creo que todos hemos escuchado eso en algún momento. Se trata de un versículo de contenido profundo, magnifico, hermoso… pero que ha sido mal usado por muchas personas.
(¡Te invito a leer y meditar todo su contexto en el Salmos 37!).
Uno de los mayores descubrimientos que he hecho gracias a Dios, es que Él no es adorado cuando nuestra meta al buscar deleitarnos en Él sea que Él nos conceda peticiones como un genio mágico. Cuando nos acercamos a Dios así, le estamos diciendo que hay cosas más valiosas que Él. Se ha visto a Dios como un medio para un fin.
Saber lo magnifico que es que Dios prometa conceder las peticiones de nuestros corazones cuando nos deleitamos en Él, es maravilloso cuando empiezas a entender cómo es posible que alguien pueda deleitarse en Él.
Demos un breve vistazo a eso y espero que lo que compartiré contigo sea usado por Dios para llevarte a deleitarte más en Él.