El apóstol Pablo escribió que “… sea que coman o beban o cualquier otra cosa que hagan, háganlo todo para la gloria de Dios” (1 Corintios 10:31). Es por eso que hoy quiero responder a la pregunta:
¿Cómo podemos ver y disfrutar el mundial de fútbol para la gloria de Dios?
Creo que esta pregunta es importante porque, hay que admitirlo, el fútbol puede ser muy divertido y tiene poder para distraernos de cosas mejores porque nuestros corazones a veces son muy conformistas y nuestros deseos muy débiles.
Dios es mejor que el fútbol
No sé si lo has notado, pero hay gente que parece más apasionada por ver a personas pateando un balón, que por ver cada día más la grandeza que hay en Jesús. Y eso es sencillamente tonto.
Dios es más grande que todo lo podríamos imaginar y que, cuando lo conoces en Su revelación (en Su Palabra y en la naturaleza), te das cuenta de que nada en el mundo es más impactante, emocionante y sorprendente que Él. Todo lo demás es… aburrido.
El fútbol es súper-aburrido cuando lo comparas a Jesús. Cuando tienes esta verdad presente en tus pensamientos, cuando miras un juego considerando que Dios es más valioso que el juego, entonces ves el fútbol para Su gloria, no para la gloria del fútbol. Ves a Dios como merece ser visto y no ves al fútbol como no merece ser visto (el fútbol no merece ser visto como algo más valioso de lo que realmente es).
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Disfruta el fútbol disfrutando más a Dios
Por allí andan algunas personas que dicen que los cristianos no deberían ver fútbol (!!!). Yo creo que esas personas están equivocadas.
Me gusta mucho el fútbol, y aunque ya no veo tanto como antes porque ando ocupado en otros asuntos, no considero que sea malo disfrutarlo. Creo que Dios nos permite ver y disfrutar los mundiales de fútbol para que, en medio de ellos, mostremos con nuestra actitud y amor a Él, que Él es mejor. El deporte es algo maravilloso, pero Cristo lo es infinitamente más.
No dejes que el fútbol te distraiga de cosas mejores. Mientras dura la fiesta mundialista, vive y compórtate como si Dios fuese más importante. ¡En realidad es así! Cuando hacemos eso, no mostramos a Dios como si Él fuese más grande de lo que realmente es, sino que lo mostramos más como Él realmente es a las personas a nuestro alrededor. (Lee eso de nuevo). Eso es adoración y al hacer eso vivimos con gozo.
Creo firmemente que ver el mundial de fútbol no es adoración, pero puede llegar a serlo de la misma forma en que comer puede llegar ser adoración (1 Timoteo 4:3-5).
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En Colosenses 1:16 leemos sobre Jesús:
“Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él”
En Brasil y en el mundo entero no lo saben, pero esta es la razón por la cual existe el fútbol: Para que conozcamos que Dios vale más que el deporte “porque de Él, y por Él, y para Él, son todas las cosas. A Él sea la gloria por los siglos…” (Romanos 11:36)
Cuando mires un partido, usa tu cerebro y recuerda que el balón no se mueve sin el permiso de Dios. Es mi oración que esa verdad nos abrume y nos impulse a vivir para la Gloria de aquel que es más grande que todo lo demás.