No honramos a Jesús al ser indiferentes ante el error y la mentira, pero tampoco al pretender luchar por la verdad de manera errada… como muchas personas lo hacen en redes sociales. Como seguramente yo lo he hecho en el pasado.
Es importante batallar por la verdad, pero si todo el día somos contencioso y carentes de gracia en nuestras publicaciones online, ¿qué dice eso de nosotros? Si nuestra teología “muy bíblica” no nos lleva a ser más pacientes y cordiales, dentro y fuera de la web, ¿qué dice eso de nuestra fe?