Luego de cincuenta videos en el canal SIGUE LA SABIDURÍA, creo que es oficial: me convertí en youtuber.
Sin duda, Youtube es una plataforma única para compartir ideas con más profundidad que en otras redes sociales y con un alcance más popular que solo la palabra escrita, y estoy disfrutando mucho de poder servir de esta manera. Para mí, Youtube es un campo para hacer apologética y edificar a la iglesia.