“Si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe (…) Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres. Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho” (1 Corintios 15:14,19-20).
En otras palabras, la fe cristiana es absurda si Cristo no resucitó de entre los muertos. Cristo resucitó como prueba de la aceptación de su sacrificio y para asegurar la aplicación sobre nosotros de los méritos de ese sacrificio (Romanos 4:25). Eso significa que realmente tenemos vida eterna gracias a Jesús por medio de la fe.