¿Cómo se relacionan la soberanía de Dios sobre todo el universo, y la responsabilidad del hombre con respecto a sus acciones? Esa es probablemente una de las preguntas más difíciles en la teología cristiana.
No creo que podamos llegar a una respuesta definitiva a esa interrogante tan grande mientras estemos en esta vida, pero sí creo que las siguientes palabras de Charles Spurgeon, considerado por muchos como el príncipe de los predicadores, sean un gran avance y de mucha ayuda: