“No conozco un tónico mayor para mí en mi vida cristiana que leer las vidas de los santos. Te lo recomiendo. Nunca puedes leer demasiado de esa literatura. Lee acerca de hombres como David Brainerd, Jonathan Edwards, Henry Martyn, Robert Murray M’Cheyne, o cualquiera de estos santos de Dios. Oh, vayan tras ellos, mis amigos”
— Martyn Lloyd-Jones.
En los últimos meses se ha desarrollado una afición en mí por leer biografías cristianas. He visto cómo las vidas de hombres piadosos que caminaron en íntima comunión con el Señor nos brindan teología viva para nuestras vidas hoy.
Si no has leído buenas biografías cristianas (¡es importante que sean realmente buenas!), aquí comparto seis razones para que lo hagas: