Tanto la visión del pensamiento como un fin en sí mismo y no al servicio del amor, como el antiintelectualismo —la hostilidad y desconfianza hacia el pensamiento serio—, son perjudiciales para la iglesia.
Ante tales desbalances dañinos, John Piper ha escrito Piense con el objetivo de “alentar el pensamiento serio, fiel y humilde que lleva al verdadero conocimiento de Dios, lo cual nos conduce a amarlo, rebozando de amor hacia los demás” (p. xxii).
He leído varios libros sobre la importancia del pensamiento, pero lo que hace a Piense tan excelente es lo arraigado que está en la Biblia. Capítulos enteros consisten básicamente en exposiciones cuidadosas de pasajes bíblicos que hablan de temas tales como la importancia del pensamiento, la relación entre la fe y el pensar, la visión del pensamiento como actividad humana y don de Dios al mismo tiempo, y la inmoralidad del relativismo.





