Los últimos meses han sido los más difíciles hasta ahora para la imagen pública de Facebook como plataforma y como empresa —ahora llamada Meta— que además es dueña de Instagram y WhatsApp.
Todavía hace ruido la forma en se divulgaron nuevos detalles sobre cómo la compañía maneja los mayores problemas de sus plataformas. Estas revelaciones solo exponen más de lo que varios expertos e investigadores han reportado durante años, incluso en documentales como El dilema de las redes sociales (2020): hay un lado oscuro en esta plataforma y empresa masiva.
Los creyentes que usamos las apps de Meta y otras redes sociales casi omnipresentes en nuestro día a día, incluso como iglesias y con fines ministeriales, no deberíamos ignorar esta realidad si queremos ser sabios en nuestra era digital. Las redes sociales pueden ser de gran utilidad para muchas cosas buenas, pero no todo lo que brilla es oro.