Somos llamados a vivir para la gloria de Dios. Como he dicho antes, eso significa buscar hacer todo reconociendo, con gozo y agradecimiento por lo que Cristo ha hecho, que Él vale más que todo lo demás.
Para eso es esencial que seamos productivos en la forma en que usamos la energía y el tiempo que Dios nos ha dado (Efesios 5:15-16). Y quiero compartir contigo la mayor lección sobre productividad que he aprendido.







