Hace unas semanas publiqué algunas palabras sobre por qué es buena idea que los cristianos dejemos de revisar nuestros teléfonos en la mañana justo luego de despertar. En esa línea, quisiera compartir algunas palabras escritas por George Müller (evangelista y fundador de orfanatos) en su diario hace casi dos siglos, que en nuestros días nos recuerdan muy bien la importancia de leer le Biblia antes de ver el teléfono:
“Vi con mayor claridad que nunca que la tarea principal y mayor a la que debía atender cada día era mantener mi alma feliz en el Señor. La primera cosa por la que preocuparme no era cuánto podía servir al Señor o cómo podía glorificar al Señor, sino cómo podía mantener mi alma en un estado de felicidad y cómo podía alimentar mi hombre interior. Porque podía pretender mostrar la verdad a los inconversos, ser de ayuda para los creyentes, liberar a los afligidos, buscar otras maneras de comportarme como hijo de Dios en este mundo y, no obstante, si no era feliz en el Señor y no me alimentaba y me fortalecía en mi hombre interior día tras día, no estaría ocupándome de todas esas cosas con un espíritu correcto.