Ver la transmisión en vivo del sermón de tu iglesia no es ver una película en Netflix. Tu pastor tampoco es un youtuber. Sé que es obvio, pero corremos el riesgo de olvidarlo… lo cual es peligroso para nuestras almas.
Lo sé porque en semanas pasadas vi la transmisión del sermón de mi iglesia en pijamas y en el mismo lugar donde suelo ver películas en casa con mi esposa. Eso no es pecado en sí mismo, pero mi esposa y yo notamos que esta es una forma de comunicar a nuestra cabeza que el sermón online es un programa, vídeo, o película más.
Es muy probable que estés comunicando lo mismo a tu mente.