“Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego” (Romanos 1:16)
Todos los cristianos estamos llamados a evangelizar y hacer discípulos. El mundo necesita que le prediquemos el evangelio porque el mundo necesita a Cristo (Juan 3:16).
Así que, luego de haber hablado sobre los errores más comunes al leer la Biblia y los que necesitas evitar al orar, hoy te hablaré de los tres errores más frecuentes al enseñar el evangelio. ¡No los cometas!
1. Dejar la apologética a un lado.
La apologética consiste en la defensa de nuestra fe, y por ende en la explicación de la misma. Al hacer esto, la apologética no consiste solo en la defensa de nuestra fe, sino también en la ofensa contra la mentira: La apologética puede y debe ser usada para mostrar que la fe cristiana es cierta y las no-cristianas son falsas.
Aprender apologética cristiana es un mandato bíblico:
“… estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros” (1 Pedro 3:15)
Lamentablemente, me temo que la mayoría de los cristianos no tienen un conocimiento básico de apologética. Por eso muchos cristianos no saben qué responder cuando, al enseñar el evangelio, de repente reciben preguntas que parecen poner a prueba la razón y verdad de nuestra fe.
La apologética es muy importante en el pre-evangelismo y en el post-evangelismo, ya que su propósito es…
- Evangelizar a los escépticos al mostrarles las evidencias de la fe cristiana. En otras palabras, ganar hermanos.
- Responder a las críticas o preguntas de los ateos y no-cristianos, y desarmar las filosofías de ellos, para así llamarlos a la fe en Jesucristo.
- Edificar a los hermanos en la fe al darles razones para confiar más en las gloriosas verdades del evangelio, y ayudarles también a defender nuestra fe.
Para saber más sobre apologética cristiana, lee estos otros artículos:
2. Predicar algo que no es el evangelio.
“Si distorsionamos el evangelio… esa distorsión influenciara y afectara todo el resto de lo que creemos en la fe cristiana” — R.C. Sproul.
¿Sabías que es posible para una persona creer que es cristiana y en realidad no serlo? (Mateo 7:21-23, 2 Corintios 13:5)
Te hago la pregunta porque hay mucha gente que dice creer el evangelio aunque no lo creen en verdad. Una de las muchas razones por las cuales tenemos a personas así, es porque nunca se les predicó el evangelio aunque ellos crean que sí y crean en lo que se les predicó.
“¿No hay Cristo en tu sermón, caballero? Entonces vete a casa y nunca prediques de nuevo hasta que tengas algo que valga la pena oír” — Charles Spurgeon
Hoy tenemos a demasiados predicadores «evangélicos» que NO enseñan el evangelio. En muchas congregaciones y círculos “cristianos”, algunas personas predican…
- Consecuencias de creer en el evangelio en vez de predicar principalmente el evangelio.
- Medias verdades en vez de hablar la verdad completa.
- Cosas secundarias que no son el evangelio como si fuesen el evangelio.
- Doctrinas basadas en versículos sacados de contexto como si fuesen el principal mensaje de Dios.
- Enseñanzas de hombres como si fuesen el evangelio.
Si la mayoría de las personas que dicen ser cristianas en verdad predicaran el evangelio y al verdadero Jesús, no tendríamos tantas herejías y falsas doctrinas infiltrándose en un gran número de iglesias locales. Habría cambios genuinos en las vidas de muchas personas. Habría celo por la verdad y devoción real a Cristo.
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Ser un falso maestro es algo terrible, pero ser un maestro equivocado es igual de terrible porque también es hacer daño y predicar mentiras como si ellas fuesen la verdad.
Por eso el tercer y último error que mencionaré es…
3. No conocer realmente el evangelio.
Nadie predica fielmente el verdadero evangelio por accidente. Es necesario haberlo conocido en las páginas de la Biblia.
Estas son algunas cosas que suceden cuando conoces realmente el evangelio y cuanto más sigues conociéndolo…
- Entiendes que predicar un falso evangelio es un crimen que merece castigo eterno y por eso deseas ser fiel en tu predicación.
- En tu corazón se graba la verdad de que eres salvo por gracia. Como consecuencia a eso, no te crees mejor que el no-cristiano al predicar el evangelio. Predicas con humildad genuina.
- Comprendes lo importante que es el evangelio y lo mucho que las personas que lo necesitan. Se enciende en ti una pasión por la verdad.
- Estás interesado en predicar el evangelio aunque muchas personas te critiquen y odien por eso. Entiendes que es mejor agradarle a Dios que a la gente, y que es mejor ser odiado por enseñar la verdad, si así algunas personas llegan a ser salvas, que ser amado por la mayoría por enseñar mentiras que le encantan a los hombres carnales. Quieres decirle a la gente lo que necesitan escuchar en vez de lo que quieren escuchar.
- Conoces verdadero gozo y para ti el vivir pasa a ser Cristo y el morir es ganancia (Filipenses 1:21). Así tu predicación con palabras es adornada con la forma en que vives en este mundo.
Necesitamos conocer apologética, asegurarnos de que no estamos predicando un falso evangelio y amar cada día más el evangelio. Esto es esencial para que vivamos en este mundo como Dios quiere que lo hagamos.
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- Predica el evangelio, y si puedes usa un megáfono.
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Publicado originalmente el 11 de Septiembre de 2014