Hay muchas personas que afirman ser cristianas, pero niegan la plena deidad de Cristo. Ellas pueden decir que Jesús fue sólo un gran maestro o un profeta verdadero de Dios, o incluso un ser divino, pero niegan que Jesús es plenamente Dios al mismo tiempo que es plenamente hombre.
¿Creer en la deidad absoluta de Cristo es crucial o se trata de un asunto secundario? ¿Es apropiado decir que como el Hijo obedecía al Padre era menor que Él y por tanto no era Dios?
¿Qué dice la Palabra de Dios al respecto?
Es cierto que la doctrina de la Trinidad — que Dios es uno en esencia y tres personas al mismo tiempo— es incomprensible para nuestras mentes finitas. Sin embargo, no es contradictoria (como ya he explicado aquí), y aunque el Hijo obedece al Padre, no significa que sea menor que el Padre.
De hecho, en la Biblia leemos acerca de la plena deidad de Cristo (Juan 1:1-3, Romanos 9:5, Colosenses 2:9, Hebreos 1:8, 1 Juan 5:20). Incluso se nos habla de adorar a Jesús (Filipenses 2:9-11; Apocalipsis 5.12-14) y eso sería idolatría si Él no fuese Dios.
A pesar de eso, muchos dicen que es posible ser cristiano sin creer que Cristo es Dios. Ellos razonan: “Lo importante es creer que Jesús es el Hijo de Dios y murió por nosotros. Creer que él es Dios o no, no es tan crucial para ser cristiano y salvo”. Pero ese pensamiento plantea complicaciones irreconciliables que nos dejan sin el verdadero evangelio.
¿Qué implica negar que Jesús es Dios?
Jesús habla de la importancia de creer que Él es Dios cuando dice: “… si no creyereis que yo soy, en vuestros pecados moriréis» (Juan 8:24). Así Jesús indicó que Él es el Dios que reveló Su nombre en el Antiguo Testamento: “YO SOY” (Éxodo 3:14). Por eso fue odiado y perseguido por muchos judíos (Juan 8:58-59). Para ellos, era inconcebible que Jesús dijera que Él es Dios.
Me parece que la mayoría de las personas que dicen ser cristianas pero rechazan la deidad de Cristo, nunca han pensado sobre las implicaciones de tal declaración. Creer que Cristo es un criatura en vez de ser Dios, significa que nuestra salvación es gracias en parte a un ser creado y no 100% gracias a Dios.
Si Jesús es un ser creado, la doctrina de la expiación es socavada porque sólo si Él tiene un valor infinito puede pagar una deuda infinita ante el Padre a favor de nosotros por nuestras transgresiones contra su santidad infinita. No importa cuán grande sea una criatura, ninguna puede salvarnos del castigo que merecemos. Ninguna puede estar a la altura del valor de Dios.
Entonces la salvación sólo por medio de la fe en Cristo también es insostenible, porque una criatura no podría salvarnos del todo. Si Jesús no es Dios, es factible creer que Cristo logró un porcentaje de nuestra salvación y que depende de nosotros completar su obra de alguna manera.
Lee también: Jesús es más que un maestro
Creamos que Jesús es quien dijo ser
En resumen, si niegas que Jesús es Dios, te quedas sin evangelio. Por eso la iglesia siempre ha sido celosa en este punto, e incluso los apóstoles fueron serios al respecto — esto se aprecia en las epístolas del Nuevo Testamento.
Sé que esto puede incomodar a algunas personas que dicen ser cristianas aunque niegan que Jesús es Dios, pero esto es cierto. Esta realidad es importante y para nuestro bien. Es crucial en el evangelio del amor de Dios, necesitamos recibirla y no hay motivos para quejarnos al respecto porque somos pecadores que no merecen la bondad de Dios.
Si no crees en tu corazón que Jesús es Dios, morirás en tus pecados. Pero al creerlo y recibir el evangelio, puedes tener certeza de que estás firme en la gracia salvadora del Señor (Romanos 5:1-2). ¡Demos gracias a Él por Su amor!
Publicado originalmente el 3 de Agosto de 2015.