Vivimos en un mundo manchado por el pecado, bajo la influencia del “padre de mentira” (Jn. 8:44). Muchas mentiras vienen a nosotros en formas de susurros peligrosos, como la voz de la serpiente en el huerto del Edén. Otras vienen en formas más explícitas, como gritos de guerra en medio de nuestra cultura apartada del Señor. Prácticamente no hay momento en que no seamos bombardeados por mentiras… incluyendo en el noviazgo.
No te equivoques: si eres un creyente que desea honrar al Señor y estás en un noviazgo con una creyente, y juntos quieren glorificar al Señor con sus vidas mientras se preparan para el matrimonio, puedes tener certeza de que Satanás odia lo que ustedes están haciendo.
Satanás conoce que el matrimonio es una hermosa imagen del evangelio y la consumación apropiada del amor entre un hombre y una mujer, el cual dirige nuestra mirada al amor de Cristo por su iglesia (Ef. 5:25-33, Ap. 19:6-10). Satanás sabe que Dios se complace en usar a dos pecadores redimidos por gracia que deciden unir sus vidas ante Él y ayudarse mutuamente a crecer a imagen del Salvador. Y por eso Satanás atacará tu noviazgo con engaños.