Si los creyentes somos salvos solo por gracia, únicamente por la fe, ¿tenemos licencia para pecar libremente como queramos? Y si Dios muestra su gloria en salvarnos a pesar de nuestros pecados, ¿su gloria será más exaltada si seguimos pecando deliberadamente luego de haber creído el evangelio?
Estas preguntas se relacionan a lo que en la historia de la Iglesia y teología se ha llamado antinomianismo. ¿Qué es lo más importante que todo cristiano debe saber al respecto?
La herejía del antinomianismo
La palabra antinomianismo significa “anti-ley”, y se usa para hablar de toda actitud y enseñanza que afirme que podemos relacionarnos con Dios y vivir en plenitud sin obedecerlo.
El antinomianismo rechaza así cualquier rol de los mandamientos de Dios en la vida del creyente. A riesgo de simplificar mucho, el antinomianismo dice: “Como ya soy salvo, Dios me ama, mi alma ha sido redimida, y no importa que viva en pecado”.