Una de las enseñanzas bíblicas más polémicas e irrefutables, es la doctrina de la elección incondicional: Que Dios ha escogido desde antes de la fundación del mundo a quienes creerán el evangelio y serán salvos. Dios los escoge por designio de Su propia voluntad y sin tomar en cuenta algo que él haya visto previamente en esas personas.
En una ocasión, Charles Spurgeon iba a predicar sobre esta doctrina tan controversial. Él inició su sermón con estas palabras que quiero compartir en amor con todo aquel que rechaza esta enseñanza bíblica o es escéptico ante ella:
«Haz a un lado tus prejuicios: escucha con calma, escucha desapasionadamente: oye lo que dice la Escritura. Y cuando recibas la verdad, si a Dios le place revelarla y manifestarla a tu alma, que no te dé vergüenza confesarla. Confesar que ayer estabas equivocado, es solamente reconocer que hoy eres un poco más sabio. Y en vez de que sea algo negativo para ti, da honor a tu juicio, y demuestra que estás mejorando en el conocimiento de la verdad. Que no te dé vergüenza aprender, y hacer a un lado tus viejas doctrinas y puntos de vista, y adoptar eso que puedes ver de manera más clara en la Palabra de Dios. Pero si no ves que esté aquí en la Biblia, sin importar lo que yo diga, o a qué autoridades hago referencia, te suplico, por amor de tu alma, que rechaces lo que digo. Y si desde este púlpito alguna vez oyes cosas contrarias a la Sagrada Palabra, recuerda que la Biblia debe ser lo primero, y el ministro de Dios debe estar sometido a Ella. Nosotros no debemos estar por sobre la Biblia cuando predicamos, sino que debemos predicar con la Biblia sobre nuestras cabezas. Después de todo lo que hemos predicado, estamos muy conscientes que la montaña de la verdad es más alta de lo que nuestros ojos pueden discernir. Nubes y oscuridad rodean su cima, y no podemos distinguir su pico más elevado. Sin embargo, vamos a tratar de predicar lo mejor que podamos.
Pero como somos mortales y sujetos a equivocarnos, ustedes mismos deben juzgarlo todo. «Probad los espíritus si son de Dios;» y si estando de rodillas reflexionando maduramente, ustedes son guiados a rechazar la elección (cosa que yo considero totalmente imposible) entonces deséchenla. No escuchen a quienes predican la elección, sino crean y confiesen aquello que ven que es la Palabra de Dios. No puedo agregar nada más a manera de introducción».
Lee gratis el sermón completo aquí. Es uno de mis sermones favoritos del príncipe de los predicadores.
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