«El mayor rival de la verdadera devoción a Jesús es el servicio que realizamos para Él. Resulta más fácil servir que derramarle nuestras vidas completamente a Jesús» — Oswald Chambers.
Una de las mayores tragedias en la actualidad: “Cristianos” que no conocen la grandeza de Cristo y no viven como si supieran que Él vale más que todo lo demás.
¿Se puede servir mucho a Dios sin conocerlo realmente y sin contar todo como perdida en comparación a Jesús?
¡Por supuesto que sí! Por eso tanta gente lo hace, y muchos en secreto ven sus servicios como una carga y no conocen que los mandamientos de Dios no son molestos (1 Juan 5:3). Por eso hay gente que sirve a Dios, pero que viven fuera de la iglesia como si Jesús no existiera.
Ser cristiano es…
- Más que predicar en un púlpito.
- Más que servirle a Dios en algún ministerio “exitoso”.
- Más que ayudar a los pastores de tu congregación.
- Más que escribir cosas bonitas en Internet
- Más que ser hijo de padres cristianos.
- Más que decir que eres cristiano…
- Más que todo eso (aunque por algo se empieza).
Tomar tu cruz es más que servirle a Dios. Es vivir completamente para Él conociéndolo cada día más. Es ver todo lo demás como pérdida (o sea, apreciar realmente a Dios).
«Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo…»
— El Apóstol Pablo (Filipenses 3:8).
¿Por qué escribo este post? Quiero invitarte a que cada día seamos más como Dios quiere que seamos y que corras la voz.
Jesús es más importante que todo (incluyendo tu servicio)
Muchos han llegado a creer que una persona puede ser cristiana sin ser como Cristo. Un seguidor que no sigue.
— Francis Chan
Tomar tu cruz, renunciar a TODO lo que tengas que renunciar, estimar todas las cosas como si no valieran nada en comparación a Cristo y vivir totalmente para Dios, no es algo para súper-cristianos.
Es algo para todos los cristianos (en realidad no existen los súper-cristianos). Cristianismo light no es cristianismo.
Jesús le dijo esto a las multitudes (no lo dijo solo a algunas personas en un sótano escondido y a solas):
“Entonces dijo a la multitud: Si alguno de ustedes quiere ser mi seguidor, tiene que abandonar su manera egoísta de vivir, tomar su cruz cada día y seguirme. Si tratas de aferrarte a la vida, la perderás, pero si entregas tu vida por mi causa, la salvarás” (Lucas 9:23-24 NTV)
¿Lo ves? Tomar tu cruz y entregar tu vida por Jesús, tal y como dice John Piper, “no es cristianismo avanzado; es cristianismo básico”.
Si no estamos tomando nuestra cruz cada día y siguiendo a Jesús, colocando nuestros pies sobre sus huellas, simplemente no somos cristianos. No importa cuánto estemos sirviendo o cuanto digamos que somos cristianos.
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Entonces surge la pregunta lógica: ¿Y por qué alguien es capaz de tomar su cruz y entregar todo por causa de Jesús? Porque Él vale más que todo lo demás. ¡BOOM!
Cuando servimos a Dios sin realmente tomar nuestra cruz, nos conducimos al desastre porque estamos despreciando a Dios al darle más valor a otras cosas a Él.
Dios es quien nos hace realmente felices, pero irónicamente, no debemos buscarlo para que nos haga felices y nada más (¡Porque Él no es nuestro mayordomo!). No podemos engañar a Dios. Debemos buscar con todo nuestro corazón servirle a Él por lo que Él es.
¿Para qué una persona que no ve a Cristo como más importante que todo lo demás serviría a Dios? Simple: Para buscar algo de Él. Para que Él le deba algo, como el hermano mayor y “recto” en la parábola del hijo pródigo (Lucas 15:11-35)… y eso es algo que nunca va a pasar.
Dios no nos debe nada, y el hecho de que podamos tomar nuestra cruz y conocerlo gracias a la obra consumada de Cristo, y poder servirle, es el regalo más maravilloso que se nos pueda dar.
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El apóstol Pablo en una ocasión escribió que el vivir es Cristo y el morir es ganancia (Filipenses 1:21). ¡ESA ES LA DEFINICIÓN DEL CRISTIANISMO!
Su lógica es esta: “Cristo vale más que todo en esta vida, así que mi vida es Él y por eso soy esclavo de Él (Filipenses 1:1), le obedezco sin quejarme y estoy dispuesto a soportarlo todo a fin de dar a conocer Su gloria, y si muero ¡Ganancia! Tendré más de Cristo en el cielo y el cielo es el cielo porque Él está allí”.
Cuando sabemos quién es Jesús, estar dispuestos a abandonar todo por Él y derramarle nuestras vidas en vez de solo servirle, es todo lo opuesto a una locura. Es sentido común. Es lo más seguro y lo mejor que podemos hacer.
Tiemblo al ver a muchos “cristianos” que no buscan vivir como seguidores de Jesús, que saben que Cristo es mejor que todo lo demás y están atrapados en un cristianismo light que conduce a la muerte. Decir ser cristiano no siempre significa serlo (Mateo 7:21-23). Lo sé por experiencia propio y por eso esto me importa tanto.
Conozcamos más y más la verdad sobre Jesús. Él es más que un buen maestro, más que un hippie cósmico, más que lo que podemos imaginar. Prediquemos todo el verdadero cristianismo y vivamos para la Gloria de Dios teniendo gozo en Él, renunciando a todo lo que tengamos que renunciar y dándole a Dios más importancia que a lo que hacemos.
Aunque Pablo nos llama a presentar nuestros cuerpos como sacrificios vivos y agradables a Dios en todo lo que hagamos (Romanos 12:1), él no nos invita a ver la vida cristiana como un sacrificio.
Mira la vida cristiana como lo que en verdad es: GANANCIA. Cuando la vemos así, realmente servimos a Dios como nacimos para hacerlo.
Es mi oración que cada día tú y yo vivamos más como Dios quiere que lo hagamos.
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