No entendía lo importante que era conocer la historia de la Iglesia de Cristo, a la cual pertenezco por gracia, hasta que empecé a hacerlo.
No solo es altamente edificante, como espero mostrarte, sino que además es uno de los mejores entretenimientos que hay.
Quiero invitarte a aprender más al respecto, compartiendo contigo tres razones para hacerlo y cómo estudiarla me ha servido mucho.
1. La historia de la Iglesia, y los creyentes del pasado, te estimularán a vivir para la gloria de Dios.
John Piper escribe al respecto:
Hebreos 11 es un mandato divino para leer biografía cristiana. Este capítulo tiene una implicación inconfundible que dice que si nosotros oímos hablar de la fe de nuestros antepasados, “nos despojaremos de cada peso y pecado” y “correremos con perseverancia la carrera que tenemos por adelante” (12:1). Si le preguntáramos al autor, “¿Cómo haremos para estimular y guiar a alguien hacia el amor y las buenas obras?” (10:24), su respuesta sería: “A través del estímulo de los vivos (10:25) y de los muertos” (cap. 11). La biografía cristiana representa el medio por el cual “la vida del cuerpo” se corta a través de las generaciones.
A lo largo de la historia de la iglesia, Dios en su Gracia ha levantado a hombres imperfectos pero que muestran en sus vidas teología viviente y dejan testimonio de Su gloria. Ellos serán de estímulo para ti y te harán decir cosas como “¡ay de mí por quejarme!” o «¡quiero conocer a Dios tanto como ellos!».
2. La historia de la iglesia te ayudará a responder mejor a las falsas doctrinas.
Ninguna falsa enseñanza de las que abundan en la actualidad es nueva. Todas han sido enfrentadas varias veces en el pasado y exterminadas durante varias décadas, incluso siglos, por la Palabra de Dios predicada por hombres a los que Él en Su gracia usó.
¿Qué mejor forma de entender cómo defender la verdad, atacar la mentira, denunciar el error y apuntar a las Escrituras, que mirar cómo lo hicieron con éxito los gigantes del pasado?
Además, otra cosa que he notado es que las denominaciones y congregaciones con profundas fallas doctrinales, no solo carecen de fundamento bíblico para lo que creen, sino también de fundamento histórico.
Una denominación que tenga poco tiempo de historia en comparación al tiempo que lleva la iglesia existiendo, es una denominación de la que deberías sospechar. La verdad es vieja pero vigente por definición.
Dicho de otra forma, los movimientos que propagan falsas enseñanzas tienen en común que se desligan de la historia de la iglesia para enseñar falsas doctrinas. Sus fundadores, con sus ideas “originales”, al enseñar doctrinas diferentes nunca se preguntaron: “¿Por qué a nadie en la historia de la iglesia se le ocurrió esto antes que a mí?”
En esos movimientos y denominaciones, por lo general no ves ningún anhelo por conocer qué pasó en la historia de la iglesia. Esto no es motivado porque entonces los errores y la arrogancia del movimiento quedarían al descubierto, ya que no podrían explicar cómo toda la iglesia, a lo largo de la historia antes de ellos, ha estado supuestamente equivocada.
Así es cómo también conocer la historia de la iglesia nos ayuda, no solo a responder mejor a las falsas doctrinas que nos quieran enseñar y estar alerta ante las denominaciones que en realidad son sectas, sino también a responder a la falsa doctrina en nosotros: Cuando pienses algo que nadie (o muy pocos) en la iglesia haya pensado antes en casi 2.000 años de historia y desarrollo teológico cristiano, o algo que ha sido desechado por hombres de Dios que predicaron con firmeza la verdad, deberías examinar muy bien lo que piensas a la luz de la Biblia.
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3. La historia de la iglesia te mostrará que formas parte de algo más grande de lo que crees.
Cuando somos ignorantes de la historia de la iglesia, nos perdemos la maravillosa bendición de comprender, cada día más, que la generación de cristianos del presente no ha sido la única generación de cristianos.
Conocer la historia de la iglesia enciende en nosotros un agradecimiento a Dios porque Él ha salvado, no solo a los cristianos de hoy, sino a millones a lo largo de la historia, y de cómo Él siempre ha cuidado a Su iglesia y ha usado a muchos hombres para Sus propósitos.
En el transcurrir de la historia puedes ver cómo Dios cuidó Su revelación y manejó el curso de los eventos para que la Palabra pudiera llegar a ti y a millones más. Todo eso es más abrumador de lo que puedo expresar.
Busca conocer la historia de la iglesia. Es tu familia celestial, la novia de Cristo, el rebaño de ovejas al cual perteneces y por el cual el Buen Pastor dio su vida. Será de mayor impacto para ti de lo que imaginas, y para nada aburrido. Nada es más emocionante que ver a Dios obrar.
Recomendaciones: Los mejores libros sobre este tema están en inglés. Puedes empezar con Church History in Plain Languaje (Bruce Shelley) y The Reformation: How a Monk and a Mullet Changed The World (Stephen Nichols). En español, hermanos confiables me han dicho que es buena la Introducción que escribió Justo L. Gonzalez sobre este tema apasionante.
Publicado originalmente el 18 de diciembre del 2014.