«Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente…» (Efesios 4:17)
Te presento al joven Creyente Tibio. Él tiene alrededor de 18 años y es muy activo en las redes sociales como todos los chicos de su edad. Sin embargo, Creyente Tibio hace algunas cosas interesantes que te contaré a continuación.
Al ver el perfil en Facebook de Creyente Tibio, puedes notar algunas cosas que son raras en alguien que dice amar a Jesús y seguirlo.
Creyente Tibio forma parte de un “ministerio” de jóvenes y suele ir a una congregación, pero en su Facebook se comporta distinto a como se comporta en la iglesia.
Él tiene la maña rara de tomarse fotos a sí mismo, buscando lucir atractivo o interesante a la cámara, con ayuda de espejos o volteando su cámara hacia él, y subir esas fotos por montones a Facebook. Como si su muro en Facebook fuera un culto a él mismo. Luego de hacer eso, le da “me gusta” a sus propias fotos.
Bastante loco e inútil que haga eso. Él cree que eso es normal porque muchas otras personas de su edad lo hacen, pero seamos honestos: No es normal.
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Creyente Tibio también tiene el hábito de publicar muchas cosas de su vida privada en Facebook, así como también le gusta publicar opiniones que tal vez necesitan madurar y ser reservadas por algún tiempo más. Él a veces lo hace por imprudencia, pero muchas otras veces lo hace porque le gusta sentir que tiene atención. Le gusta recibir “likes” en sus estados o que todos hablen de él. Le encanta sentir además cómo su número de “amigos” crece en la red, y cómo todas las otras personas ven lo que él muestra de su vida (que por cierto, solo es el lado “bonito” de su día a día).
Y es que Creyente Tibio ha perfeccionado el arte de actuar como huérfano en Facebook. Porque aunque Él diga que es cristiano, no está dando frutos de un cristiano. Tiene un vacío que trata de llenar con vanidades. En realidad es un huérfano sin un Padre.
Lo sé porque yo era como él hace años cuando era más joven (y de esto te hablo aquí). Es común dejarnos guiar por la vanidad y andar como huérfanos cuando estamos creciendo, pero Dios quiere algo mejor para cada uno de nosotros.
Además, ¿Sabías que el mundo ve cuando alguien actúa como un huérfano? Cualquiera puede notarlo sin intención de notarlo y esto es algo serio como te diré a continuación.
Verás, los Creyentes Tibios le hacen más daño al evangelio que las críticas de los ateos o los escépticos. Piensa esto: ¿Quién querría ser cristiano cuando ve que alguien que supuestamente es cristiano necesita llamar atención para sentirse mejor, y está inmerso en vanidades de este mundo? El “cristianismo” de los creyentes tibios no tiene nada que ofrecerle al mundo que el mundo no tenga… y es que ese “cristianismo” vanidoso es un fraude.
Creyente Tibio necesita que le digan que según sus frutos es muy posible que su conversión haya sido imaginaria, y que nadie creerá que es un hijo del Rey de Reyes si sigue actuando como huérfano.
Dios es bueno y está dispuesto a darle una nueva vida a Creyente Tibio, hacerlo Su Hijo y llenar su corazón para que no tenga que buscar en el mundo algo con qué tratar de llenarlo. Jesús es más que suficiente. Por eso los hijos de Dios son libres de la esclavitud de la vanidad y la opinión de la gente, y aunque ellos a veces actúen como huérfanos al comienzo de sus vidas en Cristo, cada día viven más como hijos porque es una contradicción ser hijo de un Rey y actuar como huérfano.