Hay un lugar para las personas que creen y proclaman la verdad, y que son maltratados por otras personas al hacerlo.
Es el “club” de Jesús.
Cuando algunas personas dentro de la iglesia visible se burlen de ti al llamarte radical por la forma en que predicas muchas cosas que están en la Biblia, cuando algunas personas crean que estás loco, y cuando algunas personas te rechacen por pensar distinto, Jesús te extenderá su mano y te dirá “Bienvenido al club”.
“Y ya que contamos con un sumo sacerdote excepcional que ha traspasado los cielos, Jesús, el Hijo de Dios, mantengámonos firmes en la fe que profesamos. Pues no tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades; al contrario, excepto el pecado, ha experimentado todas nuestras pruebas. Acerquémonos, pues, llenos de confianza a ese trono de gracia, seguros de encontrar la misericordia y el favor divino en el momento preciso.” Hebreos 4:14-16 (BLPH)
Y cuando algunas personas hablen mentiras de ti para tratar de sabotear el ministerio que Dios ha puesto en tus manos, cuando algunas personas saquen de contexto tus palabras, cuando algunas personas sean prejuiciosas contigo, cuando seas señalado injustamente, y cuando seas rechazado por luchar contra las cosas que están mal y advertir a las personas de las falsas doctrinas y los falsos maestros, Jesús también estará a tu lado dándote la bienvenida a su club.
“Felices ustedes cuando los insulten y los persigan, y cuando digan falsamente de ustedes toda clase de infamias por ser mis discípulos. ¡Alégrense y estén contentos, porque en el cielo tienen una gran recompensa! ¡Así también fueron perseguidos los profetas que vivieron antes que ustedes!” Mateo 5:11-12 (BLPH)
Y cuando seas honesto y digas cosas con las que muchas personas estén de acuerdo, y te amen por eso, pero luego sigas siendo honesto y digan algunas cosas con las que las esas personas no estén de acuerdo, y luego te odian, Jesús también te dice “Bienvenido al club”.
Si quieres vivir como Dios quiere que vivas y descansar en Su gracia, algunas cosas, como las críticas de los demás (especialmente de otros cristianos) son inevitables. Lo importante es que en esas situaciones, acudas a Jesús y confíes en que Él ya venció al mundo por ti (Juan 16:33)
Recuerda que no estás solo.