Soy privilegiado al ver algo que Pablo nunca vio: Cómo el evangelio y la sana doctrina se pueden extender rápido por el mundo a través de la Internet.
Eso es asombroso, pero ninguno de nosotros está tan libre de pecado y prejuicio que no pueda formarse malas impresiones en medio de toda esta expansión de sana doctrina… y he visto surgir un fenómeno al que llamo “el fenómeno de subestimación masiva de pastores”, o como también digo “síndrome de mi-pastor-no-es–Paul-Washer”. ¿Lo has notado también?
¿En qué consiste este fenómeno?
Muchas personas tienen la errada impresión de que los pastores que tienen alrededor son peores o menos útiles para Dios que los pastores súper-conocidos que tanto vemos predicar en vídeos de Youtube o leemos sus frases en imágenes en Facebook.
En parte entiendo una de las razones por las cuales esto sucede: Muchos de los pastores a los que hemos escuchado o leído en Internet han sido de usados por Dios para guiarnos a su verdad, y es normal estar especialmente agradecido a Dios por esos pastores y guardarles respeto y estima. Eso en sí mismo no es malo.
En mi caso personal, ver sermones de Piper y leer prédicas de Spurgeon en Internet me arruinó para seguir escuchando predicas que no son Cristo-céntricas, que sacan versículos de contexto y que no buscan exaltar la verdad bíblica. Por eso creo que la mayoría de la gente que no entiende lo importante de la predicación bíblica es porque nunca ha escuchado una.
El problema está cuando miles de personas menosprecian a pastores que sí buscan ser fieles a la Biblia, que en verdad aman al Señor y aman a Sus iglesias, que quieren vivir para la gloria de Dios, pero que no tienen fama en Internet. Qué rápido es el corazón del hombre para comparar innecesariamente.
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No subestimes a un siervo del Señor
Necesitamos recordar que ninguna persona en la iglesia es más importante que otra, aunque sea menos famosa terrenalmente que otra. Necesitamos aprender que las medidas de este mundo no sirven para medir la influencia espiritual.
Necesitamos tener en cuenta que en el cielo habrán muchos siervos fieles desconocidos por nosotros recibiendo galardones maravillosos. Recibiendo la única palmada en la espalda que realmente cuenta: La que viene de Dios.
Demos gracias a Dios por los predicadores que aunque no son famosos, son usados por Dios el día de hoy para alabanza de Su gloria. No subestimes al pastor que no es muy conocido en la tierra pero es conocido en el cielo. No subestimes al pastor que no ha escrito libros pero que ama El Libro.
Publicado originalmente el 24 de febrero de 2015.