En un reciente episodio de Bosquejos sobre la oración, nuestro amigo Néstor preguntó sobre cuál es el efecto de la oración en los no creyentes y aproveché la ocasión para abordar una interrogante muy importante: ¿Dios escucha las oraciones de todos? ¿Dios oye y responde la oración de los no cristianos?
Cuanto más medito en las implicaciones de este tema, más comprendo cómo esta conectado al mensaje central de la Biblia: que solo por medio de Cristo tenemos comunión con Dios totalmente por gracia.
Esta es una transcripción adaptada y un poco ampliada de mi respuesta:
Con respecto a lo que la oración puede hacerte si no crees el evangelio, yo creo que puede volverte muy, muy legalista y llenarte de una espiritualidad falsa. La Biblia enseña que si alguien no es creyente, entonces no conoce la verdadera gracia de Dios. Por lo tanto, tus intentos de oración de alguna manera van a girar entorno a ganarte tu salvación o simplemente obtener cosas de Dios en vez de gozarte en Él y disfrutar de su comunión contigo. Puede darte una consciencia de que eres espiritual y hacerte sentir cierta paz superficial, pero vas a seguir lejos de Dios. Lo sé porque yo estuve allí antes de ser creyente.
Esto que voy a decir no es muy popular y puede resultar ofensivo para algunas personas, pero debemos responder con un no a la pregunta de si Dios escucha las oraciones de todos. Los no cristianos no tienen acceso real a Dios en oración. Por supuesto que Dios conoce todo lo que un incrédulo ora. Además, Él puede en su soberanía orquestar cosas en este mundo que a nuestros ojos pueden parecen respuestas las oraciones de muchos no creyente. Pero eso no significa que Dios realmente esté obrando en respuesta a esas oraciones. Los incrédulos no pueden acercarse realmente a Dios como Padre, aunque crean que Él escucha sus oraciones, al menos que vengan en arrepentimiento y fe.
Yo creo esto por lo que Jesús dice en Juan 14:6: “Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí” (cp. Efesios 2:18). Por eso en la Biblia se habla de orar en el nombre de Jesús (Jn. 14:13). Es gracias a que el Padre envió a su Hijo a morir por nosotros pagando por nuestros pecados, que nosotros ahora podemos acercarnos a Él como sus hijos. Porque ahora lo somos por la fe en Cristo (Jn 1:12-13). Eso es lo que dice 1 Juan 3:1: “Miren cuán gran amor nos ha otorgado el Padre: que seamos llamados hijos de Dios. Y eso somos”. Dios escucha las oraciones de todos los que en verdad son sus hijos.
Ahora, yo sé que puede sonar escandaloso decir que “Dios solo escucha a los cristianos verdaderos”. Pero lo realmente escandaloso en primer lugar no es que gente de otras religiones quede excluida, sino que es posible que pecadores tan rebeldes como nosotros podamos acercarnos a Dios por medio de la fe gracias a la obra de alguien más en nuestro lugar. Ninguno de nosotros merece ser escuchado por Dios. ¡Todo esto es por gracia! (Ef. 2:8).
Así que si alguien que no ha creído el evangelio está escuchando esto, yo quisiera invitarte a que puedas creer el evangelio y entonces puedas gozar de verdadera comunión con Dios (1 Jn. 1:3). Solo Él puede satisfacer nuestras vidas. El acceso a Él está abierto por medio de Cristo. Y oro que puedas meditar en esto, creer en Jesús, y ser grandemente bendecido con su amor inagotable.
Puedes leer aquí más cosas que he escrito sobre la oración.