En Espiritual y conectado recomiendo tomar un mes cada cierto tiempo para ausentarnos de las redes sociales y evaluar nuestro uso de estas plataformas, en oración y sin sentir tanto la influencia de ellas. Si decides volver, puedes hacerlo estableciendo nuevas medidas para usarlas con sabiduría.
Puede que notes que no quieres volver a una red social, lo cual está bien. Como también explico, el mundo necesita a cristianos que honren a Dios en las redes, pero también necesita a personas con una vida más desconectada que nos recuerden que la tecnología y lo que ella nos ofrece jamás podrá saciar nuestro corazón.
Pienso en esto porque recientemente me fui de Twitter por un mes. Esta fue mi red social favorita durante trece años y tengo más de 54 100 tuits publicados allí (!). Suelo ausentarme de vez en cuando. Pero esta vez fue diferente. Cuando pasó el mes, olvidé que tenía Twitter. Al acordarme, noté que definitivamente no quiero volver.
Tres razones (entre otras)
No niego el bien que se puede hacer en Twitter ni quiero criticar a quienes siguen allí. Sin embargo, aquí comparto tres de las diversas razones por las que me fui.
1) El algoritmo de Twitter arruinó mi experiencia.
Debido al contenido que el algoritmo de Twitter me mostraba en la página principal, siempre terminaba enterándome de cosas que no me interesaban, que distorsionaban mi visión del mundo y que a menudo me deprimían.
Veía a personas a las que tenía por sabias publicando necedades, tiroteos de tuits entre gente que respeto, controversias innecesarias, y un largo etcétera.
Por más que yo me esforzara en configurar mi experiencia para no dar mi atención a tuits en los que cristianos deshonran el nombre de Cristo, el algoritmo de Twitter me los ponía al frente una y otra vez.
Ya tengo suficiente con los desafíos en mi propio contexto y mi vida en un mundo caído como para sentir más cargas debido a lo que veía Twitter.
2) No me he perdido de nada importante.
Perderme de algo importante para mi trabajo era lo que más me preocupaba al comienzo siempre que me ausentaba de Twitter.
Pero como sigo vía RSS los sitios sobre noticias que me interesan, no necesito de Twitter para esto. Y cuando algo relevante ocurre en la iglesia global, siempre hay alguien que me hace llegar la noticia (y casi siempre me entero primero antes de eso).
Por otro lado, hay demasiadas cosas buenas en Twitter. Personas ejemplares, reflexiones edificantes, tuits útiles… Esto era lo que más me mantenía en Twitter, pero… ¿Qué importa verlo todo? Siempre hay millones de cosas buenas que nos estamos perdiendo y necesitamos aprender a vivir aceptando esto.
Además, como detallo en Espiritual y conectado, Twitter no es el mejor lugar para el diálogo o la reflexión. Luego de cientos de miles de tuits leídos, no puedo pensar en uno que haya impactado de forma clara mi pensamiento y caminar espiritual, pero sí puedo pensar en artículos, ensayos, libros, sermones y conversaciones que sí. En Twitter hay cosas buenas, pero no están las mejores.
Ya sigo los blogs (vía RSS) y las publicaciones de libros de los líderes y pensadores que más me interesan escuchar. Si tienen algo importante para decir, seguro leeré de qué se trata. Con respecto a mis amigos, mi amistad con ellos va más allá de Twitter y creo que Dios me llama a fortalecer mis amistades más cercanas.
3) En realidad no necesito Twitter.
En este momento de mi vida con tantas responsabilidades, quiero simplificar mis días. Me voy de Twitter esperando ser un mejor mayordomo de mi atención.
Alguien pudiera pensar que necesito de Twitter para el crecimiento de mi plataforma, pero eso no es cierto. Siempre que dejo de interactuar en Twitter, eso no afecta las estadísticas del blog. La idea de que las redes sociales importan para la influencia o tener lectores es solo un mito.
Por más útiles sean las redes sociales, ningún líder las necesita para ser fiel a Dios e influyente en verdad. En mi caso, en esta etapa en la que estoy, los costos de estar en Twitter son mayores que sus beneficios.
¿Qué pasará con @josbarrios?
En mi perfil se publicarán enlaces a artículos, pensamientos (mayormente tomados de mis escritos) y cosas que espero puedan ser de edificación. Puedo programar los tuits desde Buffer, sin entrar a Twitter.
No leeré comentarios a mis tuits, pues ya no tengo la clave de mi cuenta. Si quieres contactarme para animarme, o criticarme, o lo que sea, puedes hacerlo aquí.
¿Esto significa que nunca volveré a Twitter? Seguramente. Pero nadie esperaba hace décadas que hoy tuviéramos una serie de Obi-Wan, con los actores de las precuelas de Star Wars, así que uno nunca sabe en realidad.