En las últimas semanas, he seguido de cerca las noticias sobre casos de violencia sexual en el metaverso propuesto por Mark Zuckerberg (específicamente, en la plataforma Horizon Venues, de Meta). Resulta llamativo el caso de Nina Jane Patel, quien trabaja en el desarrollo de tecnologías de realidad virtual.
En diciembre de 2021, ella compartió públicamente su experiencia:
Dentro de los 60 segundos de unirme [a la plataforma], fui acosada verbal y sexualmente. Tres o cuatro avatares masculinos, con voces masculinas, esencialmente […] virtualmente violaron en grupo a mi avatar y tomaron fotos. Mientras trataba de escapar, gritaron: «No pretendas que no te encantó»…
Una experiencia horrible que sucedió tan rápido y antes de que pudiera pensar en poner la barrera de seguridad en su lugar. Me quedé helada.
Fue surrealista. Fue una pesadilla.
Hay muchas preguntas sobre esto que podemos hacernos. Por ejemplo, ¿cómo ocurre una violación sexual en el metaverso? No quiero saber los detalles, aunque desde entonces Meta ha tomado medidas para que su plataforma sea más segura.