Hace días escribí sobre cómo la pandemia de coronavirus es un megáfono de Dios para llamarnos al arrepentimiento y acercarnos a Él. Nos recuerda cuán pequeños y pecadores somos; cuánto necesitamos que Dios tenga misericordia de nosotros. Ahora quiero ir más allá en esta línea de pensamiento: una de las formas en que la pandemia actúa como este megáfono es exponiendo ídolos en nuestras vidas que tal vez no reconocíamos como tales.
Es posible no tener imágenes o figuras de vírgenes y santos en nuestras casas y aún así tener ídolos en nuestros corazones (Ez. 14:3). Según la Biblia, la idolatría es tratar algo bueno en sí mismo como si fuese lo más valioso y necesario para vivir. Es despreciar a Dios buscando saciar la sed de nuestro corazón aparte de Él (Jer. 2:11-13). Y nada aparte de Él puede redimirnos, dar propósito a nuestras vidas, y satisfacer nuestros corazones.
Estos son algunos ídolos que la pandemia puede estar exponiendo en nuestras vidas: