Algo breve que escribí el otro día:
“Me gusta conocer los pensamientos de San Agustín de Hipona, pero quiero conocer más los de Jesús. Me abruma la inteligencia de Albert Einstein, pero me sorprende más la sabiduría de Jesús.
Respeto la perseverancia de Michael Jordan, pero aplaudo más la de Jesús. Suelo leer las palabras de C.S. Lewis, pero quiero conocer más a fondo las palabras de Jesús. Me encanta la honestidad de María Teresa de Calcuta, pero me enamora más la de Jesús.
Me fascinan muchas obras de los hombres, pero me deja sin palabras lo que ha hecho Jesús.
Admiro la fortaleza de Nelson Mandela, pero quiero tener las fuerzas de Jesús. Me asombra Martin Luther King, pero yo quiero ser como Jesús.”