Romanos 8 es mi vida.
Es el capítulo más glorioso y grandioso de toda la Biblia. Está repleto de promesas extraordinarias y hermosas que me impulsan y mantienen.
Si no lo has leído, léelo ahora. Estúdialo. Conócelo. Memorízalo. Guárdalo en tu corazón.
El capítulo culmina con una lista de cosas que no podrán separar a los escogidos de Dios, a todos los cristianos, del amor de Dios:
Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. (38-39)
Esas palabras están en la Biblia para nuestro bien y crecimiento en la fe (2 Timoteo 3:16-17). ¡Necesitamos adentrarnos en ella cada día más y más!
A continuación hablaré brevemente sobre cada cosa que menciona Pablo en esa lista de lo que no puede separarte del amor de Dios.
Verás en ella la siguiente verdad: Nada puede separarnos del amor de Dios porque nada es más grande que Dios.
Muerte. Los cristianos no temen a la muerte. De hecho, están dispuestos a afrontarla por amor de Cristo, con gozo, porque la muerte es ganancia para nosotros (Filipenses 1:21). La muerte más bien nos hace un favor cuando se cierne sobre nuestras vidas terrenales porque en el cielo estaremos con Jesús.
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Vida. A pesar de todas sus distracciones, la vida de los cristianos es una vida de comunión con Dios en Jesús. Él no solo te amará cuando estés en el cielo, sino que también te ama mientras estás en la tierra.
Ángeles, principados y potestades. Todos ellos son poderosos, pero infinitamente débiles en comparación a Dios. No pueden separarte de Dios aunque quisieran hacerlo como… Satanás. La derrota de todos los enemigos de Dios ya está asegurada (lee los últimos capítulos de la Palabra).
Ni lo presente. Tal vez no entiendas tus circunstancias actuales, pero la Biblia nos asegura que ellas no significan que Dios dejó de amarte. De hecho, cuando estés en el cielo, verás todas tus dificultades de ahora y dirás «Todo eso lo necesitaba. Gracias, Dios». (Medita Romanos 8:28)
Ni lo por venir. ¡El futuro no puede separarte del amor de Dios porque Dios ya está allí! Él está por encima de tiempo y ya ve todos sus planes realizados. Ya te ve con Él en la eternidad, y esta verdad debe impulsarnos a vivir nuestras vidas a la luz de ella.
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Ni lo alto, ni lo profundo. Hay cosas más grandes que tú y que son inalcanzables para ti. Cosas tan grandes, que seguramente no puedes mirarlas de la misma forma en que una hormiga puede estar sobre un zapato y no saber que está en un zapato. Con todo, ellas siguen siendo muy pequeñas en comparación a la inmensidad de nuestro Dios.
Ni ninguna cosa creada. ¡Aquí también se habla de ti! Porque eres una cosa creada, y si eres cristiano, es porque Dios mostró el gran amor que nos tiene al enviar a Cristo a morir por nosotros cuando todavía éramos pecadores (Romanos 5:8). Si tu fe está en el verdadero Jesús, puedes tener la certeza de que nada te separará de Él porque estás en sus manos (Juan 10:28).
¡Nada puede separarnos del amor de Dios porque nada es más grande que Dios!