Algunas personas tienen un concepto muy raro de Jesús. Más que verlo como lo que realmente es, lo ven como si fuera un tipo tierno y amoroso que cabalga en un pony rosado volador o algo así, y que nunca busca herir las sensibilidades de las personas.
La verdad es que debemos tenerle mucho respeto a Jesús. Él es más que lo que podemos llegar a pensar o ver en los cuadros e imágenes que hacen de Él. (Lee los primeros capítulos de Colosenses para que veas de qué te hablo)
Jesús es más que solo amor.
Jesús es amor, cierto, pero también es el juez que enviará a gente al infierno.
Él es amor, cierto, pero no temió decirle la verdad a la gente aunque le duela a las masas (¡y la dijo por amor a la gente!).
Él es amor, cierto, pero ¿estamos predicando que Jesús también es más que eso, precisamente porque es amor? ¿Será que porque no estamos predicando al verdadero Jesús, muchos viven un falso cristianismo light y muchos proyectos evangelisticos fracasan?
¿Estamos predicando al verdadero Jesús o estamos predicando a un hippie cósmico que todo lo tolerará para siempre? Cuando todos aman el Jesús que predicamos, podemos estar seguros de que no estamos predicando al verdadero Jesús (ver Juan 7:7).
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Es necesario predicar la verdad.
Ninguna persona pone su fe en Cristo genuinamente sin antes reconocer lo pecadora que es y lo justo que es Cristo.
La verdad le duele al orgullo humano y cuando la prediques muchos te señalarán, pero recuerda que solo la verdad puede hacernos libres (Juan 8:32). Por eso es necesario predicarla.
Hoy Jesús te llama a que lo veas como realmente es y puedes notar en Su palabra. Hoy Jesús te llama a que seas valiente y prediques la dolorosa (para nuestro orgullo) pero sublime verdad de que no podemos salvarnos a nosotros mismos y por eso vino Jesús. Todos hemos pecado y merecemos el odio de Dios porque Él es justo y su sed de justicia necesita ser satisfecha.
En el evangelio, se nos muestra que Dios es tan santo que para que nosotros podamos estar en su presencia sin ser consumidos por Su ira, alguien debe recibir por nosotros el castigo por nuestros pecados y presentarnos sin manchas ante Dios viviendo por nosotros (Romanos 3:23-25, 5:19). De esa manera, Dios perdona sin pasar por alto su justicia a todo aquel que confía en Jesús (Juan 3:16). Ese salvador provisto por Dios, es Él mismo en la persona de Jesucristo (Colosenses 2:9), ya que sólo alguien perfecto y de infinito valor puede proveer el sacrificio perfecto.
Esto incomoda a muchas personas, pero debe ser anunciado fielmente y de forma completa. Predica la verdad y que la gracia de Dios sea dada a conocer a través de ti para salvación de las personas. Dios quiere usarte para extender Su gloria y amor en este mundo.
Jesús es mucho más que un hippie cósmico. Enseñemos que Él no solo es amor, sino que también es justo y santo. Confrontemos el pecado. Mostremos todo el verdadero evangelio.
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