A veces parece que Dios no responde tus oraciones, ¿cierto? Estas son 12 cosas que necesitas tomar en cuenta en momentos así. Algunas de ellas tal vez expliquen por qué parece que Dios no te responde:
1. Lee Su Palabra.
La oración es hablar con Dios, cierto, pero Él nos responde y habla directamente por medio de Su palabra. Si buscas respuestas y consejos, allí vas a hallar todo eso… Descubrirás también, que “Jesús no vino solo a darnos respuestas, sino a ser la respuesta” (Tim Keller).
Además, la fe viene por el oír la Palabra de Dios (Romanos 10:17). La Biblia es la fuente de fe que necesitamos todos los días.
2. Necesitas ser más específico cuando oras.
A veces oramos de forma muy general por muchos asuntos, y por eso no vemos una respuesta precisa por parte de Dios a nuestras oraciones, a pesar de que Él las responda y esas respuestas estén frente a nuestras caras.
Deberíamos ser más específicos en nuestras peticiones a Dios. Así cuando la respuesta de Dios está ante nosotros, veremos de forma mucho más clara cómo Él sí responde nuestras oraciones.
Lee también: 25 cosas que he aprendido sobre la oración en mi viaje espiritual.
3. Busca orar de una forma bíblica.
Aprende a orar. Cuanto más entendemos lo que dice la Biblia sobre Dios y sobre la oración, mejor oraremos, y durante la oración correcta y que agrada realmente a Dios, nuestros corazones son cambiados para entender mejor cómo obra Dios en nosotros y a nuestro alrededor.
En algunas semanas hablaré en el blog sobre la importancia de orar con un conocimiento apropiado. Suscríbete aquí en el blog (totalmente gratis) para que no te pierdas esos posts.
Como dice Sproul: “Si hay algo peor que no orar, es orar de una forma incorrecta”. Si buscamos orar de forma bíblica, no es para que Dios nos recompense escuchándonos (no merecemos nada de lo que Él nos da). Si buscamos aprender orar bien es porque queremos que nuestra fe crezca como Dios quiere y porque queremos conocer a Dios cada día más.
Tener un buen entendimiento creciente de Dios, de nosotros y de la oración, nos hará esperar las respuestas de Dios como Él quiere que lo hagamos: Con gozo y con fe.
Nadie es un experto en oración, pero todo cristiano buscar orar cada día mejor (y Dios es paciente y amoroso con nosotros mientras aprendemos a orar, y nos escucha a pesar de que a veces nos equivoquemos).
4. ¿Estás viendo las cosas como Dios las ve?
La madurez espiritual no consiste en la capacidad para ver lo que es extraordinario (precisamente, porque lo extraordinario es muy visible), sino en aprender a ver todas las cosas como Dios las ve.
¡Tal vez Dios está contestando tus oraciones y tus ojos están cerrados y no lo puedes ver!
Ora a Dios para que te enseñe a ver las cosas como Él las ve.
5. Sé paciente y persevera.
Dios puede responder muchas de tus oraciones en el mismo momento en que las haces. Sin embargo, muchas veces Él quiere que esperemos para que durante la espera lo conozcamos más (Ser paciente y perseverantes en la fe es parte de orar). Solo porque aún no veas la respuesta a tu oración no significa que Dios te ignora.
Algo importante que también necesitamos saber: Tal vez varias de tus oraciones serán respondidas cuando Jesús regrese. Piénsalo. Es por eso que nuestras oraciones son usadas por Dios para incrementar en nosotros un anhelo por el cumplimiento de Su voluntad.
Lee también: ¿Cual es la voluntad de Dios para nuestras vidas?
6. Examina tus oraciones y tu corazón.
¿Por qué pides lo que pides? ¿Cómo está tu corazón? ¿Qué es lo que más anhelas? Recuerda que Dios nunca concederá una petición que esté fuera de Su voluntad ya revelada (Juan 15:7), y que no provenga de un corazón realmente arrepentido y que ame a Dios cada día más.
Juan 9:31 afirma que Dios no escucha a pecadores, Salmos 109:7 sugiere que las oraciones de quienes no son hijos de Dios son pecado y Proverbios 28:9 dice que la oración del desobediente es una abominación a Dios. El Salmo 66 tiene mucho que decir sobre eso.
En contraste, la Palabra afirma en Proverbios 15:29 que Dios escucha a los justos, y en Santiago 5:16 que la oración del justo puede mucho.
La Biblia dice: “Deléitate en el Señor y Él concederá los deseos de tu corazón” (Salmos 37:4). Y es que cuando nos deleitamos en Él, deseamos lo que Él desea. Por eso el salmista dice: “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno” (Salmos 139:23-24). Esto tiene que ver con lo siguiente.
7. Renuncia a toda idea falsa.
Un dios imaginario jamás responderá oraciones aunque a veces alguna gente crea que sí (Jeremías 44:16-19). En cambio, el Dios único y verdadero sí escucha nuestras oraciones.
Digo esto porque en el pasado he escuchado a algunas personas orar, y cuando las escucho, inmediatamente me doy cuenta de que no creen en el Dios de la Biblia (es asombroso lo mucho que puedes conocer sobre la teología de alguien al escuchar a esa persona orar).
No estoy diciendo que este sea tu caso, pero siempre es bueno tener presente quién es realmente Dios cuando oramos y esperamos. Es importante examinarnos (2 Corintios 13:5)
Cuando sabemos quién es Dios, nuestro orgullo es aplastado y buscamos orar conforme a Su Voluntad y reconociéndolo como realmente es ¡Y esas oraciones SIEMPRE son respondidas para la Gloria a Dios! También confesamos nuestros pecados en oración, lo cual es algo muy importante cuando oramos (1 Juan 1:9).
Así que busca conocer cada día más a Dios y cómo Jesús te salvó, y que tu vida (y tus oraciones, y sus respuestas) esté edificada en la verdad. Nunca debemos orar como si Dios nos debiera algo, como si el poder está en nuestra fe (y no en quien está puesta la fe), como si Dios necesitara nuestro permiso, como si Dios no fuese omnipotente.
Dios es quien produce en nosotros el querer y el hacer (Filipenses 2:13)… y esto abarca nuestras oraciones y el motivo de ellas.
Cuando abrazamos la verdad, tenemos gozo en Dios durante la espera a la respuesta de nuestras oraciones.
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8. No permitas estorbos en tus oraciones.
Ya te he hablado brevemente sobre la importancia de confesar nuestros pecados cuando oramos, ya que de otra forma Dios no nos escucha porque Él no escucha a los altivos (Santiago 4:6).
Otras razones por las que Dios no escucha nuestras oraciones, es cuando no tratamos a nuestra esposa (si estamos casados) como es debido (1 Pedro 3:7), o cuando tenemos un conflicto con alguien que no hemos resuelto o tratado de resolver en amor y conforme a la voluntad de Dios (Mateo 5:23-24).
Quitar estos estorbos (yo los llamo así) antes de orar no nos hará merecedores de que Dios responda nuestras oraciones, sino que son una evidencia de que en verdad somos Sus hijos.
9. Confía en que Dios responde a tus oraciones mejor que como tú crees.
En Efesios 3:20 leemos que Dios “es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros…”
¿Qué significa esto? Que si realmente has orado a Dios, Él ya escucho tu oración y la responde de una forma mejor que como tú crees (aunque no puedas ver aún cómo es esa respuesta). Cuando oramos, Dios nunca nos deja en «visto».
1 Juan 5:14-15: “Y estamos seguros de que él nos oye cada vez que le pedimos algo que le agrada; y como sabemos que él nos oye cuando le hacemos nuestras peticiones, también sabemos que nos dará lo que le pedimos” (NTV)
10. Antes de que oraras, Dios ya sabía que orarías y planeó la respuesta.
(Salmos 139:4, Mateo 6:7-8). Leyendo las confesiones de Agustín de Hipona, aprendí algo que es muy bíblico: Dios causa oraciones en los corazones de Sus hijos que Él planeó desde antes de la fundación del mundo que fuesen oradas y respondidas (Efesios 1 y 2 habla mucho sobre eso).
En momentos en que parece que Dios no nos responde, es sumamente importante saber esto. De hecho, a veces creo que esta verdad tal vez debería darnos más gozo que una respuesta a cualquier oración que podamos hacer. Dios realmente nos ama.
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11. Aprende que algunos de los regalos más maravillosos que Dios nos da, son oraciones no respondidas.
(O al menos no respondidas de la forma en que esperábamos)
Por eso C.S. Lewis dice: “Si Dios hubiera contestado todas las oraciones tontas que he hecho en mi vida, ¿dónde estaría yo ahora?”
La tesis de mi ebook “Conociendo a Dios Every Day” es la siguiente: Cada momento de nuestras vidas es una oportunidad para conocer más a Dios (y eso incluye las ocasiones en que parece que no nos responde). Los momentos de espera son para que conozcamos más a Dios.
En tiempos en que parece que Dios no nos responde, solemos actuar como si Él no hubiese hecho suficiente por nosotros. En vez de hacer eso, confiemos realmente en Él y seamos abrumados por Su grandeza. Seamos agradecidos. Es difícil serlo, lo sé, pero con Dios todo lo bueno es posible.
12. Recuerda que Dios sigue obrando en tu vida.
John Piper dice: “Dios siempre está haciendo 10.000 cosas en tu vida y tú puedes estar al tanto de tres de ellas”. Eso es tan cierto…
Solo porque parece que Dios no responde una petición que haces, no significa que Él se olvidó de ti. De hecho, Él terminará lo que empezó en ti (Filipenses 1:6).
Aunque a veces oremos mal aunque esa no sea nuestra intención, y aunque a veces pareciera que Dios nos dejó solos, si somos hijos de Dios, el Espíritu Santo siempre ora por nosotros conforme a la voluntad de Dios, y Él hace que todo nos ayude a bien a fin de que seamos conformados a la imagen de Jesús (Romanos 8:26-29). Dios nunca abandona a Sus hijos.
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