Creo que tengo los mejores lectores que cualquier blogger puede desear y eso me hace sentir agradecido. Muchos de ellos me han avisado de posibles y seguros plagios que algunas personas me han hecho, y se han enojado contra esas personas. Son tantos los mensajes que he recibido, que ya es hora de dar una respuesta desde aquí.
El caso más grande del que me han avisado últimamente y que me animó a por fin escribir esto, es el de un joven que al parecer plagió parte de mi carta a una persona que ve porno. Ese es uno de los posts más leídos y compartidos del blog, además de que es uno de los mejores posicionados en Google (es imposible no encontrarlo cuando buscas info sobre el tema). El título de su vídeo es casi igual al título de mi post y en el vídeo dice un par de frases muy parecidas a algunas que están en mi texto.
(Actualizado: Muchos me informan que en el vídeo parece que también plagió frases de este archi-popular artículo llamado “I Hate Porn” de Eric Simmons en el blog del sitio web del ministerio de John Piper; lo he confirmado)
Trato de no juzgar a la ligera y no enojarme fácilmente. Tal vez todo esto es una ASOMBROSA coincidencia (una coincidencia que me resulta desagradable y que no le deseo a nadie).
Quiero dar públicamente el beneficio de la duda a mi prójimo y aprovechar este post para compartir 10 pensamientos que he tenido al respecto:
1. Los cristianos no plagian. Ser cristiano y plagiar es una contradicción. Tal vez en ocasiones plagiaremos por accidente, pero tratemos de evitar eso si somos cristianos.
2. Dios honra a quienes no plagian. No sirve tener aplausos si Dios no está contento con lo que haces. Es distinto ser usado por Dios que ser aprobado por Dios.
3. Confrontar el plagio es parte de amar al prójimo. Si veo que mi prójimo plagia y me quedo callado en vez de exhortarle a que deje de plagiar y se arrepienta públicamente, no lo estoy amando. Lo estoy alcahueteando. Me hago su cómplice y Dios me juzgará por eso. Por eso no debemos quedarnos callados ante las situaciones de plagio.
4. Citar al autor de algo no nos hace menos populares o sabios. Al contrario, eso es parte de amar al prójimo y ser cristiano, y la gente valora eso. De hecho, cuanto más crece el blog, más siento la obligación de tratar de asegurarme de que no estoy plagiando algo.
5. Quien plagia a un hijo de Dios atenta contra su Padre. Y es que todo lo bueno que hace un cristiano es por Dios y para Dios, y Él es más justo que cualquier tribunal humano.
6. Parafrasea a Matthew Henry si te plagian: “Gracias Dios, porque si en algún momento alguien me ha plagiado, yo fui el plagiado y no quien plagió”.
7. Te podrán plagiar muchas cosas, pero nunca podrán plagiar tu gozo en Dios. Tampoco podrán plagiar tus lectores y amigos. Tampoco podrán plagiar la aprobación de Dios. Recuerda esto.
8. La gente que plagia no tiene deseo sincero de servir y compartir algo. Si en verdad quisieran servir en vez de simplemente tener atención, esas personas no plagiaran. Plagiar NUNCA es una necesidad y es inexcusable en un cristiano. Cuando recientemente un pastor muy famoso realizó plagió, Andy Crouch escribió esto en Christianity Today: “El verdadero peligro aquí no es plagio — es idolatría”.
9. Si te plagian algo que hiciste para la gloria de Dios, siéntete feliz de que Jesús es predicado. Recuerda lo dicho por Pablo en Filipenses 1:16,18: “Es cierto que algunos anuncian la buena noticia porque de veras quieren ayudar: aman a Cristo y saben que Dios me ha dado la tarea de defender la buena noticia. En cambio, hay otros que lo hacen sólo por competir conmigo, o porque me envidian. (…) Pero eso no importa; porque, sean sinceros o no, están anunciando el mensaje de Cristo, y eso me hace sentirme muy feliz…” (TLA).
10. No te preocupes mucho si te plagian. (Siempre que no se trate de algo con mucho peso legal). No vale la pena darle excesiva importancia y tiempo a esas situaciones.