Soy de esas personas que devoran libros. Muchos suelen preguntarme cómo escoger buenos libros, cómo hago para leer tantos o para retener lo que leo. Por eso escribo este post.
Hoy quiero compartir contigo algunos consejos a la hora de leer y espero que te resulten muy útiles.
1. De nada sirve leer mucho si no lees libros realmente buenos.
Me asusta la cantidad de cristianos que creen que están creciendo espiritualmente por leer muchas novelas para las masas y literatura espiritual chatarra.
Hay un mito de que la gente que lee mucho es muy inteligente, pero eso es falso porque depende de qué lea y cómo aplique lo que leyó.
Sé muy selectivo con qué clase de libros lees y deja de creerte más inteligente que otras personas solo porque has leído Harry Potter y los Juegos Del Hambre. Esos libros son entretenidos, pero no te harán listo ni te ayudarán a crecer espiritualmente.
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2. Las librerías cristianas pueden llegar a ser lugares muy peligrosos.
Que compres un texto en una librería cristiana no significa que sea uno realmente bueno para ti.
Lamentablemente, el dinero es lo que manda en la industria editorial y como la gente compra mucha espiritualidad chatarra y libros pseudo-cristianos de “pastores” famosos, esos son los que más se ponen en venta.
Los buenos libros no son taaan fáciles de conseguir en muchas ocasiones, así que sé cuidadoso escogiendo.
3. Si los clásicos cristianos han sobrevivido al paso del tiempo, es por algo.
C.S. Lewis decía que siempre es bueno leer un clásico entre cada libro moderno que leas, y eso es cierto.
Me aterra ver cómo muchas personas menosprecian o son ignorantes en cuanto a los libros de autores impactantes de ayer que los cristianos impactantes de hoy han leído.
4. Pregunta a personas cristianas ejemplares qué libros te recomiendan.
Acércate a un pastor de verdad, conocedor de la Biblia y con un testimonio íntegro, y pregúntale qué libros han marcado su vida. Averigua cuáles son los libros preferidos de los autores que te han confrontado y predican con fidelidad la Palabra de Dios. Mira cuáles citan los predicadores de sana doctrina que te gustan. Léelos.
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5. Siempre ten un libro para leer en cualquier parte.
No sé cómo es el país en el que vives, pero en Venezuela siempre hay mucho tráfico, hay que hacer colas para muchas cosas y gran parte del día se te puede pasar mientras esperas algo.
He decidido no desperdiciar mi tiempo. Así que cuando estoy en la sala de espera de mi odontóloga, por ejemplo, estoy leyendo un libro. [pq Mantén un libro a la mano y léelo cuando tengas que esperar algo. Te sorprenderá cómo el tiempo pasa volando y avanzas en tus lecturas.
6. Lee varias veces los buenos libros.
La mayoría de la gente piensa que con leer un libro una vez, ya han captado todo lo que el libro tiene para enseñar. ERROR.
Al leer varias veces un libro aprenderás cosas que no captaste la primera vez. También te recomiendo que hagas relecturas cada cierto tiempo… Verás también cómo has crecido y cómo cambia para bien tu percepción de lo que lees.
7. Marca tus libros.
Escribe notas y resalta las cosas que no quieres olvidar. Así cuando releas, profundizarás más al estudiar tus notas y resaltados.
8. Tira a la basura los libros mediocres.
La gente suele pensar que los libros son cosas sagradas porque están impresos. OTRO ERROR. Si un libro es pseudo-cristiano y peligroso, ¿para qué tenerlo? No los vendas ni regales porque harán daño a tu prójimo. Tíralo a la basura. No importa qué vayan a decir si se enteran de lo que haces.
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9. Medita lo que lees.
Este es un consejo súper-obvio pero súper-olvidado. Leer un libro buscando analizar muy bien lo que lees es mejor que hacerlo dos veces de forma rápida.
10. Piensa en el contexto en el cual fue escrito el libro.
Este consejo es muy útil cuando lees clásicos. Así entenderás mejor lo que el autor habla y pensarás cómo aplicarlo a tu vida.
11. Lee mínimo 20 minutos al día.
Si puedes hacerlo por más tiempo, bien. Pero trata de leer mínimo 20 minutos todos los días. Conviértelo en un hábito.
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12. No leas en tu cama.
Está comprobado que cuando lees en tu cama, ya sea un libro en físico o un ebook, se hace más difícil conciliar el sueño en las noches porque tu mente asocia tu cama con actividades que involucren pensar y no con dormir. También pasa, antes de formar el hábito de lectura, que al asociar la cama con dormir es difícil mantener la atención cuando lees.
Hazte el favor de leer (siempre que puedas) acostado en un sofá o sentado en otro lugar que no sea tu cama.
13. Aprende inglés, trust me.
La gente cree que sé hablar inglés (Ja, ja). Solo sé leer y escuchar. Todavía me cuesta mucho escribirlo y hablarlo.
Saber leer inglés ha sido una gran bendición para mí, porque — seamos honestos — la mayoría de los libros realmente buenos están escritos en ese idioma y muchos no se encuentran traducidos al español.
Si no sabes hablar inglés, toma un diccionario inglés-español y tenlo a la mano. Cuando te encuentres con una palabra que no entiendas, busca qué significa en español. (Si lees desde una tablet o Smartphone, ten una app de diccionario).
Así aprendí a leer en inglés en cuestión de semanas. Buscar las palabras en el diccionario hace que no se te olviden, lo cual es genial. También busca familiarizarte con el idioma viendo vídeos con subtítulos en inglés y verificando los usos de las palabras para no cometer errores de interpretación.
14. Lee autores, no solo libros.
Lee diversos libros de un autor y leerás al autor. Entenderás mejor por qué piensa lo que piensa y será un amigo del cual aprenderás mucho.
Así que, haz planes de leer todo lo que puedas sobre los autores que consideres claves y ejemplares. No sólo su obra, también su biografía, y así entenderás mejor su forma de pensar.
Espero que estos consejos te sirvan. ¡Hasta la próxima!