Si eres un cristiano próximo a salir de Venezuela o en proceso de migración, producto de la crisis que afecta al país, déjame compartir cinco consejos contigo:
1. Busca una iglesia sana y hazte miembro de ella
Entiendo que muchos creyentes, cuando salen del país, tengan tantas cosas en sus mentes que no piensan en dónde van a congregarse una vez que salgan. Pero ese no debería ser el caso. Me preocupa ver a muchos cristianos que emigran sin priorizar la importancia de buscar una iglesia local, incluso antes de emigrar.
La iglesia es nada menos que el Cuerpo de Cristo. Si en verdad somos creyentes, nuestras prioridades para nuestras vidas deberían ser las de Dios.
2. No olvides apoyar la iglesia en Venezuela
Cuando salgas del país, recuerda que adentro quedan muchos cristianos en situaciones difíciles, y pastores que perseveran en la predicación del evangelio y el discipulado de las almas en circunstancias bastante adversas. Si el Señor te lo permite, apoya desde afuera a la iglesia en Venezuela. “Pero el que tiene bienes de este mundo, y ve a su hermano en necesidad y cierra su corazón contra él, ¿cómo puede morar el amor de Dios en él? Hijos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad” (1 Jn. 3:17).
3. Busca irte de manera legal
Muchos creyentes salen de Venezuela sin todos sus papeles en orden, huyendo la violencia, la pobreza, y la persecución política. La corrupción y burocracia en el país impiden legalizar y apostillar documentos en muchos casos, y hasta renovar u obtener pasaportes. Así que no pretendo juzgarlos. La vida humana es valiosa y es honroso resguardarla.
Sin embargo, Dios se complace cuando los cristianos se esfuerzan en obedecer las leyes en este mundo, siempre que no vayan en contra de su Palabra (Ro. 13:1ss; cp. Hch. 5:29). En la medida que te sea posible, te animo a esforzarte en emigrar de manera legal. Y aún más, si te encuentras en una situación migratoria irregular, procura con diligencia corregirla.
4. No dejes de orar por los que quedan en Venezuela
Es más fácil decir “voy a orar por la iglesia en Venezuela” que orar por ellos en verdad. Es fácil quedar absortos en nuestras circunstancias difíciles y olvidar las circunstancias difíciles de otros hermanos en la fe. No dejes de rogar a Dios por el bien de su pueblo. No olvides los retos que enfrenta la iglesia en Venezuela.
5. Procura ser luz y sal en donde estés
Esto está en el corazón de nuestro llamado (Mt. 5:14-16). Si Dios te lleva a otro país, procura ser de bendición allí en vez de un consumidor más. Busca exaltar el nombre de Cristo haciendo todas las cosas como para Él (Col. 3:23). Vive de tal manera que, en donde sea que estés, aportes a la gran comisión que tenemos (Mt. 28:18-20).