¿Cómo podemos realmente conectar con Dios? Esta es una pregunta para reconsiderar en nuestros días de avances y promesas tecnológicas.
El otro día estaba en Instagram y me apareció la publicidad de una app para devocionales cristianos y lecturas bíblicas seleccionadas. Pero la app incluía mucho más que eso. También puedes reproducir música cristiana, compartir peticiones de oración, publicar tus frases cristianas favoritas, etc.
¿El gancho en la publicidad? «Conéctate con Dios a tu manera». Esto refleja una de las advertencias más importantes que tengo para compartir con la iglesia.
Una ilusión tecnológica
No quiero ser el Grinch ante tecnologías como estas. Si me has leído antes, sabrás que creo que la tecnología puede ser de gran bendición y ayudarnos a profundizar en la Palabra de Dios. A veces uso herramientas como Logos para preparar mis sermones, y no estoy totalmente en contra de leer la Biblia en el teléfono. Utilizo PrayerMate para acordarme de orar por amigos y misioneros. Tengo unos cuantos comentarios bíblicos y libros cristianos en Kindle y alabo a Dios por todo esto. La tecnología tiene muchos usos buenos.
Pero uno de los grandes peligros en los que podemos caer al utilizar la tecnología para acercarnos a Dios por medio de su Palabra, es que puede ayudarnos de manera sutil a cultivar un estado de mente y corazón en el que vemos la Palabra como una mera herramienta o fuente de contenido más.
En nosotros se crea el hábito sigiloso de ver la Biblia de esa manera cuando «consumimos» su contenido de la misma forma en que consumimos videos en Youtube, navegamos en Instagram y chateamos en WhatsApp, con las mismas pantallas y en aplicaciones similares. Algo que también abordo brevemente en medio de mi nuevo libro Espiritual y conectado.
Podemos abrazar con facilidad la ilusión de que, así como la tecnología nos permite ejercer control de muchas cosas —desde la iluminación de nuestros hogares, hasta las reservas de boletos en avión—, también puede permitirnos ejercer control sobre nuestra espiritualidad y cómo encontrarnos con el Dios vivo.
A la manera de Dios
Mi intención no es juzgar o condenar a los desarrolladores y publicistas de la app que me apareció en la publicidad. Pero el mensaje que transmite refleja algo que cada día es más presente en la iglesia hoy. Me refiero a un individualismo y sentido de autonomía en nuestra relación con Dios, lo cual inevitablemente es realzado cuando usamos la tecnología sin considerar cómo ella nos moldea e impacta nuestros hábitos de acciones y pensamientos diarios de maneras imperceptibles.
Aunque muchas aplicaciones para estudiar la Biblia son útiles, y como cristianos tenemos cierta libertad para escoger entre algunas herramientas y hábitos para nuestro crecimiento espiritual (rutinas diarias, planes de lectura, etc.), debemos tener algo bien claro: en última instancia, no podemos acercarnos a Dios según nuestra propia manera. No podemos depender de nuestros méritos o autodeterminación humana, manteniendo el control del obrar de Dios en nosotros.
Como nos recuerda la historia de Nadab y Abiú (Lv 10), Dios es quien decide cómo debemos acercarnos a Él. Él es soberano, nosotros no. Algo central en la espiritualidad bíblica —lo que la diferencia radicalmente de la espiritualidad inventada por el hombre—, es que en ella Dios es quien se acerca a nosotros. Lo hace a Su manera, por medio de su Hijo, para hacernos adoradores en Espíritu y en verdad (Jn 4:23). Es decir, adoradores conforme a su Palabra y que reconozcan que Dios es el verdadero Señor, autor y guía de nuestra relación con Él. (El nuevo y excelente libro de Samuel Masters habla sobre esto).
Todo el mensaje de la Biblia en este punto es que no somos llamados a conectarnos con Dios a nuestra manera. Esa es la esencia de la adoración falsa y que enaltece al hombre y su propio ingenio, y a la que puede empujarnos más aún nuestro uso de la tecnología si no somos cuidadosos. En cambio, fuimos hechos para conectar con Dios a Su manera.
Esto debe hacernos humildes, pues nos confronta con el hecho de que no podemos salvarnos a nosotros mismos ni construir y gobernar por nuestra cuenta una relación con Dios, con o sin ayuda tecnología. Pero al mismo tiempo nos llena de gozo: ¡Él nos ama tanto que ideó cómo reconciliarnos con Él y «conectarnos» de vuelta consigo mismo! Esta verdad le da la gloria a Dios, no a nuestro propio ingenio.
La mirada en el Señor
Mientras la tecnología está cambiando cómo interactuamos con todo aquello que está fuera de nuestras cabezas, y tiene la tendencia de hacernos abrazar la ilusión de que somos soberanos sobre todo (incluyendo nuestra relación con Dios), vivamos recordando quién es Él. Solo con la mirada puesta en el Señor podremos mantenernos verdaderamente conectados a Él mientras nos guardamos del individualismo de nuestra generación.