Me encanta Twitter, y ayer mientras hablaba con alguien, noté que Twitter me hace mejor en lo que hago todos los días. Amo escribir y Twitter ha sido una herramienta genial que me ha servido para crecer en lo que me gusta hacer.
(Y por eso le doy muchas gracias a Dios)
Te explicaré cómo puedo ver que lo hace:
Twitter es una exaltación al arte de ser conciso.
Estamos en un tiempo donde las cosas en donde nada sobra para lograr sus fines, son las consumidas.
Twitter me enseñó a expresar mejor algunas ideas largas en menos de 140 caracteres, y ese es un superpoder que todo escritor debe tener sí o sí en estos tiempos en donde lo que genera impacto, es lo fácil y práctico de leer.
Por cierto, si quieres leer lo que escribo en 140 caracteres, sígueme: @josbarrios
Twitter motiva a mejorar la ortografía.
A medida de que mi cuenta en Twitter fue creciendo, fui conociendo a tuiteros y tuiteras con una ortografía buena, y comprendí que lo que tú escribas en Twitter será leído por muchas personas.
Si eres muy activo en Twitter y te interesa comunicarte bien, eventualmente te harás esta pregunta:
¿Estoy dando de forma correcta el mensaje que quieres compartir?
Hay quienes creen que la ortografía no importa, pero en realidad sí: Te hace una persona atractiva textualmente. Todavía no he conocido a una persona que diga «hey, eso que escribió Juan está horriblemente escrito, voy a leerlo».
Como bien dicen, escribir con mala ortografía es como hablar con mal aliento.
Si quieres tener followers de calidad, y más importante aún, si quieres predicar el evangelio en Twitter, deberías escribir lo mejor que puedas. Empezar a escribir bien es como digi-evolucionar.
Como cristianos, tú y yo estamos llamados a hacer todo lo que hagamos de la mejor forma en que podamos hacerlo. Eso también tiene que ver con saber la diferencia entre «ahí», «ay», y «hay».
Twitter enseña el poder de las palabras.
Esta generación está comprendiendo que el mundo se ha encogido gracias a Internet.
En este nuevo movimiento informático, cada acción tiene una reacción en cuestión de segundos y puede darle la vuelta al planeta.
Todo lo que escribas, debes pensarlo antes de publicarlo. Una vez que lo hagas, no hay marcha atrás.
Las palabras tienen poder. No seas esclavo de ellas… y menos aún si tienes a Cristo y quieres vivir para Dios.
Ser cuidadosos con lo que decimos es parte de amar a nuestro prójimo, ya que las personas que más le hacen daño al evangelio, no son los ateos ni los críticos: Son las personas que dicen ser cristianas, pero que no viven para Cristo y eso se les nota en sus acciones en la web y fuera de ella.
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Twitter te entrena para lidiar con las criticas.
Al igual que en el mundo real y en tu congregación seguramente, en Twitter hay personas que esperan a que te equivoques para lanzarte piedras.
Con más de 3 años en Twitter, he tenido que lidiar con trolls y críticos respetuosos. He aprendido a voltear las críticas, sacarles el lado positivo, saber ignorar algunas, defenderme, y saber cuando callar y cuando no.
Este es un talento que toda persona debería tener. (Yo aún lo estoy desarrollando).
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Pregunta para ti: ¿Qué has aprendido en Twitter que te haya servido para ser mejor en lo que haces?
Espero leer tu respuesta en comentario abajo :)