Nadie ha tenido que contarme cómo se vive en Venezuela y ha avanzado la crisis social y económica que azota al país. Lo he visto viviendo acá.
Si has escuchado noticias sobre Venezuela, sabrás que la situación no ha mejorado. Con una inflación anual que supera el 2000% y un salario mínimo mensual irrisorio de alrededor de un dólar, es de esperar que muchos venezolanos estén en serias dificultades para poder llevar comida a sus mesas o adquirir medicamentos necesarios (si es que acaso consiguen ambas cosas).
Muchos venezolanos, por la gracia de Dios, tienen lo suficiente para vivir el día a día. Pero la gran mayoría no. Por lo tanto, es importante que oremos pidiendo al Señor que tenga misericordia de esta nación y busquemos reflejar a Cristo actuando en ayuda hacia los demás.
Pensando en eso, me gustaría preguntarte: ¿Considerarías en oración ayudar a venezolanos en dificultades? Te recomiendo hacerlo a través de la iniciativa Help Venezuela.
Aquí puedes conocer acerca de esta iniciativa llevaba a cabo desde el 2016 por una familia de hermanos y amigos venezolanos que viven en Grand Rapids, Michigan (Estados Unidos). Para ver fotos de lo que hacen, puedes visitar su perfil en Facebook. Help Venezuela envía diversas formas de ayuda a creyentes y no creyente en Venezuela, tales como insumos médicos, apoyo económico para tratamientos médicos, comida, y más.
“En el año 2017 vimos la mano de Dios en todo momento”, me ha dicho Naudy Briceño de Martorano, quien sirve en Help Venezuela. “Las donaciones no eran abundantes, pero cada mes teníamos ingresos. Cada mes, alguna persona (muchas veces desconocida) daba su aporte, y vimos cómo el Señor respondía nuestras oraciones de manera sorprendente…. Definitivamente, nuestro Señor tenía razón cuando dijo que ‘Más bienaventurado es dar que recibir’”.
“Hoy día son muchos los hermanos que nos apoyan no solo a través de sus aportes monetarios sino con su tiempo y disposición de ayudar… y le damos gracias infinitas al Señor por eso. Solo podemos decir ¡Gloria a Dios! Pues sabemos que aún nuestra motivación de querer ayudar no existiría si Él no la pusiera en nosotros, y que las ayudas no llegarían si no fuera esa su voluntad. Damos gracias infinitas a nuestro Señor por su provisión”, afirma Naudy.