¿Tienes dos minutos? Quiero contarte rápidamente de qué se trata la vida.
(El tiempo empieza a correr desde ya)
Como tal vez has notado, muchos círculos cristianos están ultra-obsesionados con la palabra “propósito”. Todo tiene que tener las palabras “con propósito” al final. (Ejemplos: “Liderazgo con propósito”, “Ministerio con propósito”, “Evangelismo con propósito”, “Bostezando durante la prédica con propósito”, y un largo etc).
(Eso es algo que me da risa y causa en mí una facepalm al ver la poca originalidad de muchas personas)
Volviendo al tema, tal vez has visto que muchas personas que profesan tener una fe en Jesús, creen que el propósito de sus vidas es la realización de sus sueños personales.
ERROR.
¡Dios no es un genio dispuesto a satisfacer nuestros deseos egoístas!
Otros creen que nacieron para ser el centro del universo. ¡Jaaaa! Sentirte el centro del universo (o creer que naciste para ser el centro) es la prueba que del universo no entiendes nada.
Déjame decirte lo siguiente antes de que acaben los dos minutos:
Justo al morir, toda tu vida pasará frente a tus ojos. Cuando eso pase, verás que la vida se trataba de amar a Dios y a las personas, y que viste demasiada televisión, jugaste muchos videojuegos y desperdiciaste tiempo en estupideces y hablando tonterías.
En mi ebook Conociendo a Dios Every Day (puedes recibir una copia gratis aquí) hablo que muchas personas creen que el propósito de sus vidas es súper complicado de describir, cuando en realidad es algo sencillo de decir. Consiste en amar, y si queremos ser un poco más específicos, podemos describir nuestro propósito en tres puntos:
- Conocer a Dios mediante Jesús (solo Él es el camino).
- Tener gozo eterno en Él.
- Ayudar a las personas a que sepan sus tres propósitos (eso es amarlas).
Ese es el propósito de tu vida. De eso se trata todo y te lo resumí en un minuto.
Tal vez ya lo sabías, pero siempre es bueno que lo recordemos porque da la impresión de que muchas congregaciones están más ocupadas obsesionándose con la palabra “propósito” y con un montón de cosas sin utilidad eterna, que siendo la luz del mundo.
Ahora quiero preguntarte:
¿Seguirás desperdiciando tu vida tratando de descubrir el propósito por el que estás aquí, ignorando ese propósito, o vas a empezar a vivir como Dios quiere que vivas?
No hay nada más radical que vivir como Jesús quiere que vivamos. No hacerlo es estar muertos sin que nos demos cuenta.