Esta reseña contiene spoilers y se trata de una película que no es apta para toda audiencia. Se recomienda discreción y consultar una guía parental.
Los griegos tenían su panteón de dioses, en los cuales reflejaban sus anhelos, virtudes y vicios. Creemos que todo eso es cosa del pasado, pero nuestra cultura hoy tiene a los superhéroes; las salas de cine son el panteón popular de la sociedad. Esto es algo que diversos críticos culturales han señalado en las últimas décadas y los creyentes no deberíamos ignorar.
Las películas de superhéroes son cada vez más predecibles y tienden a ser un vehículo para la promoción de ideologías y cosmovisiones. Sin embargo, también pueden reflejar nuestra humanidad luego de la caída en el Edén, incluso los deseos legítimos de nuestra cultura (como el deseo de que el bien triunfe sobre el mal o el deseo de ser amados por alguien que dé su vida por nosotros).
A la luz del evangelio, estas producciones pueden llevarnos a reflexionar sobre cómo solo el cristianismo provee respuestas y satisfacción para nuestros anhelos más profundos. Pocas películas populares recientes evidencian esto como The Batman (2022), al retratar la vida en un mundo necesitado de justicia.