Advertencia: es posible no tener imágenes o figuras de vírgenes y santos en nuestras casas, y aun así tener ídolos en nuestros corazones (Ez 14:3).
Según la Biblia, la idolatría es desear y atesorar cualquier cosa (incluso si es buena en sí misma) como si fuera lo más valioso y necesario para vivir. Es despreciar a Dios buscando saciar la sed de nuestro corazón aparte de Él (Jr 2:11-13).
La verdad es que nada aparte de Dios puede redimirnos, dar propósito a nuestras vidas y satisfacer nuestros corazones. Es por eso que necesitamos confrontar todo deseo desordenado en nuestras vidas.
Ahora bien, ¿cómo podemos saber si en nuestras vidas permanecen deseos idólatras? ¿Y cómo podemos saber si los estamos alimentando en vez de confrontarlos y presentarlos a Dios mientras buscamos de Él?
Recientemente prediqué a los jóvenes en mi iglesia sobre esto, y en un momento del mensaje (que más adelante estará disponible en Youtube) compartí cuatro preguntas que pueden ayudarnos a examinarnos:
1) ¿Cuáles son tus hábitos? Ellos expresan y cultivan tus deseos. ¿Qué es lo que te gusta mirar o escuchar? ¿Has visto tu historial de búsquedas en Google y redes sociales? ¿Te incomodaría si alguien más lo leyera? Piensa en tus hábitos y en lo que ellos dicen en realidad sobre tu corazón.
2) ¿En qué piensas cuando piensas en nada? Es decir, ¿a dónde van tus pensamientos cuando divagas? ¿Van a cosas que agradan a Dios? ¿O van hacia los ídolos? Si todos tus pensamientos fueran una película, ¿tendrías problema con que otros la vieran? ¿Qué son las cosas que sueñas despierto? Ellas indican hacia donde está inclinado tu corazón.
3) ¿Qué reflejan tus palabras? Jesús enseña que de la abundancia del corazón habla la boca (Mt 12:34). Las publicaciones en redes sociales y nuestras conversaciones pueden dar la impresión de que caminamos en comunión con Dios cuando en verdad no es así, pero ellas tarde o temprano sacan a relucir lo que hay en nosotros.
4) ¿Qué es lo que estás persiguiendo en la vida y por qué lo haces? ¿Es porque crees que eso te hará feliz? ¿Serías feliz si nunca tuvieras eso que tanto persigues? ¿Pensarías que Dios es malo o injusto contigo si nunca logras obtener esas cosas? (Puede ser un matrimonio, un ministerio visiblemente exitoso, la casa de tus sueños, y un largo etcétera).
Estas preguntas nos ayudan a reconocer cuáles pueden ser nuestros ídolos y nuestras pasiones contrarias a Dios. Son preguntas a las que tengo que volver de vez en cuando y espero que puedan servirte para examinar tu corazón y ayudarte a enfocarte en nuestro Señor suficiente y que sacia nuestras vidas.