Es difícil no pensar en el coronavirus cuando miras las últimas noticias. Es fácil preocuparnos, perder la esperanza, o caer en un estado de histeria, ¿no es cierto?
Los cristianos necesitamos preguntarnos: ¿qué es lo mejor que podemos hacer ante una pandemia de coronavirus? La respuesta es presentar nuestras oraciones al Señor.
Él nos llama a echar toda ansiedad sobre Él (1 Pe. 5:7). También dijo que contestará nuestras oraciones cuando son según Su voluntad y presentadas a Él en el nombre de Su Hijo (1 Jn. 5:14-15; Jn 14:13-14).
Así que, aquí tienes cinco oraciones bíblicas basadas en el Padre Nuestro que podemos hacer en medio del terror por el coronavirus que nos rodea. Es posible que la respuesta de Dios a nuestras oraciones no sea exactamente la que imaginamos, pero Él prometió contestarlas:
1) “Padre, dame una visión más grande de ti”.
“Ustedes, pues, oren de esta manera: ‘Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre…’” (Mt. 6:9).
Necesitamos reconocer a Dios como santo y soberano sobre todas las cosas. Esto implica también pedir que Él sea reconocido así por los demás. Una visión pequeña de Dios invariablemente trae una visión muy grande de todo lo demás, como el coronavirus (lo cual explica por qué para muchas personas el coronavirus parece más poderoso que Dios).
2) “Padre, que tu reino venga a este mundo caído”.
“Venga tu reino. Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo” (Mt. 6:10).
El coronavirus no es el mayor problema que la humanidad enfrenta. En cambio, es un síntoma de algo más grande. Las enfermedades, guerras, injusticias, y sufrimiento que vivimos son consecuencia del pecado del corazón humano.
Esto significa que debemos orar para que el reino de Dios sea consumado en este mundo y Su voluntad sea hecha. Oremos que en medio del miedo que abunda en todas partes, por causa del coronavirus, las naciones se vuelvan a Dios y Su evangelio siga expandiéndose a la luz del día en que el Señor Jesucristo volverá para juzgar el pecado y arreglar todo lo malo en mundo.
3) “Padre, provee lo que necesito día a día”.
“Danos hoy el pan nuestro de cada día” (Mt. 6:11).
La propagación del coronavirus es un golpe duro los mercados globales y esto afecta cada vez más los bolsillos de billones de personas.
No tenemos que entrar en pánico: nuestro Dios es el dueño de todas las cosas y podemos acercarnos a Él y pedirle el sustento que necesitamos a diario.
4) “Padre, perdona mi pecado de dudar de ti”.
“Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores” (Mt. 6:12).
Si en algún momento te has preocupado demasiado al ver las noticias, como yo, entonces me atrevo a decir que es muy probable que hayas pecado.
Dios obra todas las cosas para nuestro bien (Ro. 8:28). Incluso si llegásemos a tener coronavirus, podemos confiar en que el Dios que entregó a su Hijo por nosotros está a nuestro favor para hacernos más como Cristo (Ro. 8:29, 32).
Por lo tanto, cuando nos contagiamos del terror que siente el resto del mundo, estamos dudando de la bondad y el amor de Dios. Necesitamos confesar esto y arrepentirnos para hallar perdón, experimentar paz, y vivir con más gozo en medio de estos tiempos turbulentos.
5) “Padre, no dejes que yo sea presa del pánico”.
“Y no nos metas en tentación, sino líbranos del mal. Porque Tuyo es el reino y el poder y la gloria para siempre” (Mt. 6:13).
Todo parece indicar que el coronavirus seguirá avanzando por algún tiempo más, lo cual significa que la tentación de dudar de Dios puede llegar a ser fuerte para nuestros corazones distraídos y débiles.
Necesitamos que Dios guarde nuestra fe cuando aumenta la oscuridad a nuestro alrededor. Él tiene poder para hacerlo porque suyo es el Reino y la gloria para siempre.
Recuerda que Dios es “Aquél que es poderoso para hacer todo mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que obra en nosotros” (Ef. 3:20).