«Los errores más grandes de la iglesia ocurren cuando la gente honra lo que sus pastores dicen sin examinar esas enseñanzas a la luz de las Escrituras»
— John Bryan Chapell
Este post es la segunda parte de una serie breve que si Dios quiere estaré escribiendo en el blog. Se trata sobre algunas manías peligrosas que abundan en muchas congregaciones. Lee la primera parte aquí, en donde hablo sobre la moda de declarar cosas para que se cumplan.
Hago la serie porque yo tendría que odiar mucho a mi prójimo para callar sobre el tema. También la hago como adelanto a algunos posts en donde, si Dios lo permite, hablaré sobre la importancia de orar bíblicamente.
ACTUALIZADO: Ya está publicado el post sobre lo importante de orar bíblicamente y puedes leerlo aquí.
La intención de todo esto es ayudarte a salir de lo que yo llamo “La Matrix evangélica latinoamericana”.
Hoy te hablaré sobre la moda de “atar” demonios y “desatar” bendiciones.
Con respecto al “desatar” bendiciones, se aplica casi lo mismo que dije en el post anterior de esta serie, en donde hablé sobre la moda del «yo declaro». Para no repetirme, te animo a que lo leas (aquí está de nuevo el link).
Así que en este post hablaré principalmente sobre el otro aspecto de la manía: El “atar” demonios, enfermedades, pobreza y cosas malas para que supuestamente no hagan daño.
Lo que necesitas saber sobre esa moda.
La moda se basa en los siguientes versículos sacados de contexto y malinterpretados:
- Mateo 16:19: “Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos”.
- Mateo 18:18: “De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo”.
Esas son traducciones de la versión Reina Valera del 1960. Lo que mucha gente no sabe, es que las palabras “atar” y “desatar” eran entendidas entre los judíos como prohibir y permitir.
Otras traducciones al español del Nuevo Testamento muestran de forma más entendibles para nosotros el significado original de estos versículos. Una de esas traducciones es la NTV (Nueva Traducción Viviente) y dice así:
- Mateo 16:19: Y te daré las llaves del reino del cielo. Todo lo que prohíbas en la tierra será prohibido en el cielo, y todo lo que permitas en la tierra será permitido en el cielo.
La traducción del otro versículo (Mateo 18:18), es casi igual porque dicen casi lo mismo.
En Mateo 16, Jesús habla a Pedro de que le dará las llaves del reino de los cielos (lo cual se entiende como autoridad divina, ya que las llaves son símbolos de autoridad en el contexto judío) y también le dice que sobre él (Pedro) edificará su iglesia. Allí Jesús habla de los fundamento de la iglesia, con Él como piedra angular (Efesios 2:20-21).
En otras palabras, Jesús le está diciendo: “Pedro, yo te usaré como fundamento para mi iglesia y te daré autoridad para que prohíbas a los miembros de la iglesia todo lo que es prohibido en el cielo, y permitas todo lo que es permitido en cielo”. Al final Jesús está hablando de disciplina.
Todo esto se entiende mucho mejor en Mateo 18. En ese capítulo, Jesús habla sobre cómo lidiar con una oveja descarriada, cómo disciplinarla y cómo reintegrarla a la iglesia si esa oveja recapacita… y entonces Jesús dice: “Les digo la verdad: si ustedes juzgan a alguien aquí en la tierra, Dios ya lo habrá juzgado en el cielo. A quien perdonen aquí en la tierra, Dios también lo habrá perdonado en el cielo” (Así es traducido el pasaje sobre atar y desatar en la Biblia “La Palabra de Dios para todos”).
En ambos contextos de los dos pasajes, no se habla de demonios ni de enfermedades, ni de deudas económicas (por ejemplo). ¡No se habla de nada de eso! Aquí Jesús enseña a sus discípulos sobre disciplina en la iglesia y sobre la autoridad que ellos tienen para ejercerla; para prohibir y permitir cosas en la iglesia conformes a la voluntad de Dios. Punto.
Mateo 12:29 es otro versículo usado por los que dicen que atar demonios es bíblico. En el contexto, Jesús acusado por los fariseos de echar fuera demonios porque él mismo era satánico. Esta fue parte de la respuesta de Jesús:
«… Todo reino dividido por una guerra civil está condenado al fracaso. Una ciudad o una familia dividida por peleas se desintegrará. Si Satanás expulsa a Satanás, está dividido y pelea contra sí mismo; su propio reino no sobrevivirá. Entonces, si mi poder proviene de Satanás, ¿qué me dicen de sus propios exorcistas, quienes también expulsan demonios? Así que ellos los condenarán a ustedes por lo que acaban de decir. Sin embargo, si yo expulso a los demonios por el Espíritu de Dios, entonces el reino de Dios ha llegado y está entre ustedes. Pues, ¿quién tiene suficiente poder para entrar en la casa de un hombre fuerte como Satanás y saquear sus bienes? Solo alguien aún más fuerte, alguien que pudiera atarlo y después saquear su casa» (Mateo 12:25-29 NTV)
Allí Jesús no dice que podemos atar demonios o que debemos hacerlo. De hecho, ese pasaje NUNCA ha sido interpretado de esa manera en toda la historia de la iglesia hasta que surgió hace poco la moda de «atar y desatar». El problema es que mucha gente ni siquiera se toma la molestia de leer bien lo que dice Jesús.
Jesús explica que Él saca demonios por el poder del Espíritu Santo, y ese poder es más poderoso que el poder de los demonios «pues ¿Quien tiene suficiente poder para entrar en la casa de un hombre fuerte como Satanás…?». Y aquí Jesús hace una analogía entre Él contra Satanás, y un hombre muy fuerte que ata a alguien menos fuerte y le quita dominio. ¡Aquí no se dice que debemos o podemos «atar» demonios!
Sí, es una manía peligrosa.
“Si en realidad ‘atan’ al diablo, una de dos: O es con una cadena muy larga, o se les escapa, sutilmente a otra iglesia donde lo vuelven a atar”
— José Olivares
No tenemos excusa para saber que la moda de “atar y desatar” es un fraude porque tenemos la Biblia para conocer la verdad.
En ninguna parte en toda la Biblia verás a los miembros de la iglesia atando demonios, deudas económicas, hábitos, enfermedades, etc.
¿Cómo surgió la moda? Nació en círculos carismáticos en donde se cree que la Palabra de Dios y todas sus promesas no son suficientes y te explicaré porque digo eso. Verás, muchas personas creen en ideas de Dios en vez de creer en Dios. En este caso, creen en un dios incompetente cuidando a sus hijos y por eso sus hijos tienen que “atar” al diablo a cada rato para que nada malo les pase. ¿Dónde está la confianza en la soberanía y la Palabra de Dios en todos nuestros momentos, ya sean difíciles o felices?
Esta moda es un reflejo de una fascinación insana por el diablo y sus demonios (muchos evangélicos en Latinoamérica ven al diablo hasta en la sopa, pero son ciegos para ver la mano de Dios en sus vidas). La fe de ellos está en “atar” lo malo para que les vaya bien, en vez de confiar en la voluntad de Dios para sus vidas.
Muchos charlatanes se aprovechan de esta moda para vender entradas para sus congresos en donde prometen atar los demonios y las enfermedades que atormentan a la gente.
Algo lamentable es que esta manía en realidad no tiene sentido. Incluso hay personas que no se conforman con “atar” demonios, ¡sino que también atan al mismo diablo! Me gusta cómo John MacArthur señala lo ilógico de esto:
Nosotros no encontramos en la Biblia instrucciones a los cristianos sobre “atar” a Satanás.
Si alguien realmente tiene el poder de “atar” a Satanás o a los demonios, ¿quién los mantiene sueltos? ¿Por qué los cristianos de todo el mundo estar afirmando que atan a Satanás? ¿Cuánto tiempo dura la “atadura”? Si sólo dura una hora, entonces la gente pudiera literalmente “turnarse” para atar a Satanás y de esta manera ¡nunca dejarlo suelto de nuevo! ¿Ve lo absurdo que es esta doctrina de “atar demonios y a Satanás”?
Además, ¿quién dice que Satanás esté escuchando? No olvidemos que Satanás no es omnipresente, por lo que sólo puede estar en un lugar al mismo tiempo, así que el concepto de que la gente de todo el mundo esté atando a Satanás en o alrededor del mismo tiempo, no tiene sentido.
La única que “atadura” de Satanás en la Biblia está en Apocalipsis 20:2, cuando un ángel “ate” a Satanás por 1.000 años en el abismo.
Una vez que lo piensas, es obvio que esta moda de “atar” demonios, enfermedades y cosas así, es un reflejo de que la gente no suele ni siquiera analiza las cosas que les enseñan.
Eso nos lleva a la pregunta: Si alguien no se toma la Palabra de Dios en serio ni la analiza, ¿Cómo puede decir que ama a Dios y que en verdad es cristiano?
Creo que siempre que alguien “ata” un demonio o algo malo, algún demonio se ríe y piensa: “Jajaja, este tipo no busca tomarse la palabra de Dios en serio y cree que así es hijo de Él”.
El antídoto para la manía.
Es necesario que pensemos y analicemos a la luz de la Biblia todo lo que la gente nos predica. Todo es más claro cuando la Biblia ilumina tu mundo.
Las personas a veces podrán equivocarse y transmitir de forma torcida un mensaje, incluso cuando tal vez esas personas tengan una buena intención, pero la Palabra de Dios nunca se equivoca.
Post relacionado: Pensar no es pecado.
Sigamos el consejo de Pablo en Filipenses 4:8:
“…Concéntrense en todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo bello y todo lo admirable. Piensen en cosas excelentes y dignas de alabanza” (NTV)
¿Y qué es lo que mejor cumple con todas esas características? ¡La Palabra de Dios! Pensémosla y meditemos en ella. Valorémosla.
Reconozcamos que la Biblia es más que suficiente y que no necesitamos sacar versículos fuera de sus contextos. Amémosla y conozcamos a Dios y Su voluntad en sus páginas. Eso es lo que la iglesia más necesita en el día de hoy.
Cuando realmente sabemos que Dios cuida de nosotros y que nada de lo que nos sucede se escapa de la voluntad de Dios, no perdemos tiempo “atando” demonios y vivimos con más gozo en Dios (Romanos 8:28).