Los libros apócrifos son libros con temas religiosos que no están incluidos en la Biblia. El término apócrifo significo “escondido u oculto”, y hoy quiero decirte lo que todo joven cristiano debe saber sobre esos libros.
La verdad es que el asunto de los libros apócrifos me inquietó durante algún tiempo. Me preguntaba constantemente «¿Por qué no están en la Biblia?»
Me enteré de la existencia de éstos libros cuando una compañera de clases me dice “oye Greysa, ¿cómo sabes que lo que estás leyendo en la Biblia no es justo lo que la iglesia (como institución) quiere que leas? ¿Sabías que existen unos libros que la iglesia está ocultando?”.
Mi cara no fue normal cuando ella me contó eso. Mi compañera me dijo todo esto porque recientemente se había leído el famoso libro de Dan Brown “El Código Da Vinci”.
¿Ves lo importante de que todo joven cristiano sepa que los libros apócrifos no tienen ninguna legitimidad? En el mundo muchas personas creen mentiras, y nosotros como hijos de Dios debemos demostrar y enseñar la verdad.
Es increíble como una novela le puede traer tantas ideas locas a las personas (porque eso es lo que es el libro del Código Da Vinci, UNA NOVELA sin ningún sustento histórico y que ha generado muchas críticas negativas de historiadores y expertos).
Hoy no hablaré sobre esa novela popular y las preguntas frecuentes que salen de ella, más adelante, si Dios lo permite, escribiré un post donde aclaremos todas esas dudas que surgieron a raíz de esa novela.
Volvamos al tema de los libros apócrifos: Si fueran “libros que la iglesia quiere esconder” ¿Por qué millares de personas los conocen? Muchos apologistas famosos incluso se han dedicado al estudio de éstos libros apócrifos.
Bien, el caso es que si existen libros que no están en la Biblia, esto se debe a que no pasaron el, por decirlo de algún modo, “examen” que comprueba si deben estar en la Biblia o no.
Veamos rápidamente cómo es éste examen para los libros del Antiguo testamento (AT) y el Nuevo estamento (NT)
Para el Antiguo testamento:
Como se mencionó en el post anterior de apologética, 4 razones asombrosas para creer en la Biblia, los judíos tienen dividido el AT en 3 partes.
El proceso de canonización del AT comenzó a la par con ésta división en 3 partes (en el 450 A.C) y terminó en el concilio de Jamnia (96 D.C), aunque la realización de éste concilio fue más que todo de confirmación que de canonización.
Se habían presentado objeciones contra algunos libros: Ester, por ejemplo, no contenía el nombre de Dios, y el libro de Cantar de los Cantares parecía sólo un libro amoroso. Pero la conclusión de los debates de Jamnia fue el firme reconocimiento de estos libros como Santa Escritura.
Existen básicamente 5 principios que se utilizaron para determinar si un libro debe de ser incluido en el canon de la Biblia (También se aplica para el NT). Estos son:
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¿Es autoritativo? : ¿Provino de la mano de Dios?
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¿Es profético? ¿Fue escrito por un hombre de Dios?
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¿Es auténtico? (Los Padres de la Iglesia eran partidarios de la política de “Si estás en duda, deséchalo”).
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¿Fue recibido, reunido, leído y usado?: ¿Fue aceptado por el pueblo de Dios?
- ¿Es dinámico? ¿Tiene el poder de Dios que transforma vidas?
Los libros apócrifos del AT, además de no aprobar estos principios, el libro Unger´s Bible Dictionary (Moody Press, 1966) da otras razones por las cuales estos libros fueron excluidos del canon:
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Abundan en inexactitudes y presentan contextos históricos y geográficos que no corresponde a la época a la que se hace referencia.
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Carecen de los elementos distintivos que le dan a la genuina escritura su carácter divino, tal como el poder profético, poético y el sentimiento religioso.
Ralph Earle en su guía de estudio How We Got Our Bible (Baker Book House, 1971) ofrece, de forma detallada, un bosquejo de cada uno de los libros apócrifos y las razones por las cuales no están en el canon bíblico. Aquí algunos ejemplo:
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I° Esdras (alrededor del 150 A.C): Cuenta de la restauración de los judíos a Palestina después del exilio babilónico. Tiene gran cantidad de material de Crónicas, Esdras y de Nehemías, pero el autor ha añadido mucho material legendario.
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Judit (aproximadamente de mediados del segundo siglo A.C): Es ficticio y farisaico.
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II Esdras (100 D.C): Es una obra apocalíptica que contiene siete visiones. Martín Lutero se vio tan confundido por estas visiones que se dice arrojó el libro al Río Elba.
Igualmente, varias fuentes históricas muestran afirmaciones sobre el desacuerdo de que los apócrifos fueran inspirados, aquí algunos ejemplos:
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Filón, un filósofo judío de Alejandría (20 A.C – 40 D.C), citó abundantemente el AT y aún reconoció la triple división pero nunca citó los apócrifos como inspirados.
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Jesús y los escritores del NT nunca citaron los apócrifos, aun cuando hay centenares de citas y referencias a casi todos los libros canónicos del AT.
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Ningún concilio cristiano durante los primeros siglos reconoció los apócrifos como inspirados.
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Para el Nuevo Testamento:
Además de los 5 principios que se mencionaron anterior mente para el AT, los textos del NT se sometían a otra prueba de gran importancia: su calidad apostólica.
Para saber si un texto debería ser incluido en el canon del NT debía responder preguntas como: ¿fue escrito por un apóstol? O ¿fue aprobado por un apóstol?
El conocido estudioso del Nuevo testamento, N.B Stonehouse (1902 – 1962), escribe lo siguiente sobre la autoridad apostólica:
“La autoridad apostólica que se revela en el NT nunca está separada de la autoridad del Señor. En las epístolas existe un firme reconocimiento de que en la iglesia hay solamente una autoridad absoluta, la autoridad del Señor. En cualquier parte en que los apóstoles hablan con autoridad lo hacen como ejerciendo la autoridad del Señor”.
Aquí hay algunos ejemplos de textos apócrifos del NT y algunas razones por las cuales no están incluidos en la Biblia:
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El evangelio de Tomás: Lo más interesante es que en este texto se hace mucha referencia a Mateo, Juan, Lucas, Marcos y en ocasiones a los escritos de Pablo. No se conoce ningún escrito cristiano anterior al 150 que haga tantas referencias al NT, esto prueba que este texto es de una fecha posterior al 150. Igualmente, en el texto se refiere a Tomás como “Judas Tomás”, nombre que sólo se encuentran en escritos de la iglesia Siria que datan del 175 D.C. Así que este texto no pasa la pregunta de ¿Cuándo fue escrito? ¿fue escrito durante el transcurso de la vida de los que lo conocieron?
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El Evangelio de María (popularizado por la novela de Dan Brown antes mencionada): Ningún erudito competente ha dicho que María Magdalena redactó este texto. Los gnósticos tenían la costumbre de ponerle nombre a escritos para intentar legitimar lo que ahí se contenía. Data más o menos del 200 D.C, y los eruditos se muestran unánimes en que no hay nada confiable que lleve a trazar sus orígenes hasta el primer siglo o hasta el Jesucristo histórico, o hasta la María histórica.
Espero que este post te haya gustado y que nos sigas acompañando mientras juntos aprendemos más sobre apologética. :)
Nota: Algunos ejemplos y datos los he tomado de los libros: Evidencia que exige un veredicto (Josh Macdowell) y Encuentra al Jesús verdadero (Lee Strobel), donde a su vez los autores utilizan diversas fuentes de datos.