George Müller (1805-1898) fue un predicador y misionero nacido en Prusia, que se destacó por su fe en la provisión para el mantenimiento de su obra a favor de los niños desamparados. Hay mucho de su vida que es ejemplar para todos nosotros.
A continuación, comparto contigo algunos consejos muy prácticos de él en relación a la lectura de la Biblia.
«Si alguien me preguntara cómo leer las Escrituras con el máximo de provecho, le aconsejaría que:
1. Ante todo, debe tener la convicción de que sólo Dios, por su Espíritu, le puede enseñar y que, por lo tanto, como le pedirá a Dios bendiciones, le conviene buscar las bendiciones de Dios antes de leer y también mientras lee.
2. Además, debe tener la convicción de que, aunque el Espíritu Santo es el mejor y suficiente maestro, no siempre enseña inmediatamente cuando lo deseamos y que, por lo tanto, es posible que tengamos que rogarle una y otra vez que nos dé la explicación de ciertos pasajes; y que de hecho, finalmente nos enseñará si estamos buscando iluminación en espíritu de oración, pacientemente y con una percepción de la gloria de Dios.
3. Para comprender la Palabra de Dios, es de inmensa importancia leerla organizadamente, de manera que leamos cada día una porción del Antiguo y una porción del Nuevo Testamento, continuando donde dejamos de leer el día anterior. Esto es importante porque:
- Arroja luz sobre la relación de un pasaje con otro, y leerla en otro orden, eligiendo siempre los mismos capítulos en particular, hará imposible comprender mucho de las Escrituras.
- Mientras estamos en el cuerpo, necesitamos un cambio aun en las cosas espirituales; y este cambio es lo que el Señor ha provisto generosamente en la gran variedad que se encuentra en su Palabra.
- Menoscaba la gloria de Dios dejar a un lado algunos capítulos aquí y allá, e indica que uno cree que ciertas porciones son mejores que otras; o que hay ciertas partes de la verdad revelada que no son provechosas o que son innecesarias.
- Nos puede guardar, por la bendición de Dios, de conceptos erróneos, pues al leer de esta manera las Escrituras de tapa a tapa llegamos a captar el significado integral, y también nos impide poner demasiado énfasis en ciertos conceptos favoritos.
- Las Escrituras contienen toda la voluntad revelada de Dios, y por lo tanto de cuando en cuando hemos de leer de principio a fin esa voluntad revelada. Me temo que hay muchos creyentes en la actualidad que nunca han leído las Escrituras en su totalidad, pero en pocos meses, leyendo sólo unos pocos capítulos todos los días podrían hacerlo.
4. Es también de gran importancia meditar en lo que leemos, a fin de que quizá podamos meditar en el transcurso del día en una pequeña porción de lo que hemos leído o, si tenemos tiempo, meditar en el todo lo que leímos. O podríamos considerar todos los días una pequeña porción de un libro, o una epístola o un Evangelio a fin de meditar regularmente, pero sin esclavizarnos a este plan»
Tomado de: Una hora con George Müller (saltos de párrafos añadidos).
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