Todo cristiano necesita entender cómo la fe glorifica a Dios. Es por eso que me gusta mucho esta ilustración del pastor John Piper para niños, y creo que para todo creyente, que comparto contigo a continuación (tomada con permiso de este sermón).
«Vamos a ilustrar esto para los niños. Tu papi está dentro de una piscina cerca del borde. Tú tienes, digamos, tres años y estás de pie sobre el borde de la piscina, afuera. Papi levanta sus brazos hacia ti y dice «Salta, yo te agarraré. Lo prometo». Ahora, ¿cómo haces a tu papi lucir bien en ese momento? Respuesta: Confías en él y saltas. Tienes fe en él y saltas. Eso lo hace lucir fuerte, y sabio y amoroso. Pero si tú no saltas, si meneas tu cabeza y corres desde el borde, haces lucir mal a tu padre. Eso es cómo si estuvieras diciendo «él no puede agarrarme» o «él no me agarrará» o «no es buena idea hacer lo que él me dice que haga». Y todas esas tres cosas hacen que tu padre luzca mal.
Pero tú no quieres que Dios luzca mal. Así que confías en Él. Entonces lo haces lucir bien —como Él realmente es. Y eso es lo que queremos decir cuando decimos, «La fe glorifica a Dios» o «la fe da gloria a Dios». Lo hace lucir tan bueno como Él realmente es. Así que confiar en Dios es realmente importante.
Y mientras más difícil parece que será para Él cumplir Su promesa, mejor luce cuando tú confías en Él. Imagina que estás en suelo firme cerca de la parte profunda de una piscina, cerca del trampolín. Tú tienes cuatro años y no puedes nadar, y tu papi está en el otro extremo de la piscina. De repente un grande y horrible perro trepa debajo de la cerca y muestra sus dientes y te ladra y empieza a dirigirse hacia a ti para morderte. Tú subes al trampolín y caminas hacia el final del mismo para alejarte del perro. El perro pone sus garras delanteras arriba en el trampolín. Justo entonces, tu papi ve lo que está pasando y te grita «¡Johnny, salta al agua! Te atraparé.»
Tú nunca has saltado desde un metro de altura y no puedes nadar y tu papi no está debajo de ti y esta zona de la piscina sobre la que estás es muy profunda. ¿Cómo haces lucir bien a tu padre en ese momento? Tú saltas. Y tan pronto como golpeas el agua, tú sientes sus manos debajo de tus brazos sosteniéndote a salvo mientras alguien más espanta al perro. Entonces él te lleva al lado de la piscina que es para ti.
Damos gloria a Dios cuando confiamos en que Él hará lo que Él prometió —especialmente cuando todas las posibilidades humanas están agotadas. La fe glorifica a Dios. Ese es el por qué Dios planeó que fuésemos justificados por la fe».
Es mi oración que la fe que Dios nos ha dado en Él, lo glorifique cada día más mostrándolo tan grandioso como Él realmente es.
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