Recuerdo que cuando yo estaba empezando a conocer a Dios luego de reconocer a Jesús como mi salvador, yo no leía la Biblia ni oraba. Simplemente me gustaba escuchar las prédicas de la gente.
Quería que muchas personas me hablaran de Dios, pero al parecer no quería que me hablara Él personalmente.
¿Por qué es importante escuchar a Dios? No escucharlo nos impide vivir al máximo, porque la vida eterna es conocerlo a Él, deleitarnos en Su amor, y compartirlo (Juan 17:3).
No escuchar a Dios se traduce en no vivir la vida que nacimos para vivir.
No debería ser algo tan común.
Creo que a muchos cristianos nos ha pasado esto en algún momento sin darnos cuenta. Principalmente, porque somos humanos.
Es lamentable que queramos escuchar testimonios, pero no vivirlos. Es lamentable que cristianos paguen mucho dinero para escuchar a una conferencista que dice ser cristiano (a veces no lo son en realidad) en vez de preferir escuchar a Dios a través de la Biblia.
Puedo dar muchos ejemplos más de esta situación.
Decidí nombrar este post con el nombre que tiene, porque aunque nunca he escuchado una predica de Marcos Witt, él es muy famoso y escuchado entre los evangélicos (aquí no hablaré sobre él y sus fans porque nunca me interesa hablar de nadie).
Además, admítelo: El título tal vez te llamó la atención porque nombré a una celebridad. :P
Sin embargo, pude usar cualquier otro nombre. Pude nombrar a otra persona famosa. Pude nombrar a mi vecino. A algún escritor que leo. A alguien que conozca.
El punto es el siguiente:
Cuando preferimos oír a las personas en vez de escuchar directamente a Dios, demostramos lo poco que amamos a Dios. Lo sé porque lo he vivido.
Esto pasa porque cuando alguien nos habla, sentimos que la obediencia es opcional. En cambio, cuando Dios nos habla no tenemos excusas para desobedecer (y cuando obedecemos, empezamos a ver Su gloria aquí y ahora).
No dependas de lo que te digan las personas.
La principal fuente de alimento espiritual de muchas personas que se congregan los domingos en alguna iglesia local, es el sermón que escuchan.
Este fue uno de mis mayores errores por muchos meses. Este error es tan solo una versión del mismo error de preferir escuchar a Dios mediante alguien más.
No dejes de amar a los pastores que conoces, a la congregación a la que asistes, ni tampoco a la gente a tu alrededor, y recuerda que está bien pedir consejos de vez en cuando a tus hermanos en la fe, pero no dependas de personas para crecer y conocer más a Dios, disfrutando la vida en abundancia y libertad que Jesús vino a traerte.
Por ejemplo, no te conformes con leer mis posts de vez en cuando, o leer este año mi libro digital, cuando puedes leer directamente la Biblia.
Naciste para escuchar a Dios personalmente y no mediante lo que te diga alguien más, ya sea cristiano o pseudocristiano. Naciste para escuchar a Dios sin interlocutores ni mensajeros.
Es bueno que escuches a las personas a veces, pero no te quedes con poco cuando Dios quiere darte más en persona.
Hoy te animo a que decidas oír a Dios a diario mediante:
- Su palabra. Muchas personas dicen que la palabra de Dios es complicada de entender, pero eso es falso. Las palabras de Jesús no son sobre física termonuclear. Además, Dios te ayudará a entenderlo más cuando lo leas.
- Las circunstancias a tu alrededor. Dios sabe que este es el idioma que conoces mejor. Él está a tu alrededor.
- Su Espíritu en tu vida.
Lo vivo y por eso quiero animarte. Te aseguro que mientras más decidas escuchar a Dios, más vivirás al límite.
Termino este post con un fragmento de una reflexión de Oswald Chambers, extraído del devocional “En pos de lo supremo”:
“¿Humillo constantemente al Señor no tomándolo en cuenta, mientras que Él continúa tratándome amorosamente como hijo suyo?Cuando por fin lo escucho, la humillación que le he causado regresa a mí. Entonces, mi respuesta es: «Señor, ¿por qué fui tan insensible y obstinado?” Cuando comenzamos a escuchar a Dios, este siempre es el resultado. El verdadero gozo de oírlo a Él se empaña por la vergüenza de haber tardado tanto tiempo en hacerlo.”
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