En este viaje espiritual he estado aprendiendo mucho sobre la oración. Estas son algunas cosas que Dios me ha enseñado y que quiero compartir contigo:
1. No perseveramos en la oración para tratar de manipular a Dios, sino para reafirmar nuestra confianza en Él. (Esto tiene que ver con que Él ya conoce nuestra necesidades y está dispuesto a suplirlas – Mat 6:8)
2. Nosotros somos los que necesitamos orar, no Él el que necesita que oremos.
3. Una de las preguntas más importantes que podemos hacernos en nuestro caminar con el Señor es la siguiente: «¿Para qué orar si Dios es soberano y hará siempre su voluntad en nuestras vidas incluso aunque no sepamos como orar?» (Romanos 8:26-28). La respuesta a esta pregunta es maravillosa, y para conocerla necesitas leer bien la Palabra de Dios.
4. Los verdaderos avivamientos empiezan en la oración y en la lectura de la Biblia. Sin excepción.
5. Una oración sincera no es necesariamente larga ni con gritos. Dios no te va a escuchar porque tan larga es tu oración, sino por los méritos de Jesús. (Mat 6:7-8)
6. Para que Dios nos escuche no hay que repetir las palabritas “En el nombre de Jesús” como si fueran palabras mágicas. Juan 14:13-14 habla en realidad de orar en Su naturaleza.
7. En la oración, al igual que en todo, la Gloria de Dios es más importante que todo lo demás (Mat 6:9-10).
8. Si no tienes tiempo para orar a solas, es porque has permitido que otros te esclavicen y se vuelvan más importantes para ti que Dios y Su gloria. Eso es un EPIC FAIL.
9. Dios es capaz de responder nuestras oraciones mejor que como esperamos muchas veces (Efe 3:20). De hecho, es algo que Él siempre hace y muchas veces somos tan ciegos y pequeños que no nos damos cuenta de eso.
10. Más que pedirle cosas a Dios, la oración que agrada a Dios es aquella en donde manifestamos estar de acuerdo con las cosas que Él quiere darnos. Piénsalo.
11. No importa cuanto declares y cuenta metafísica disfrazada creas, Dios hará su voluntad. No la tuya. Eso es algo muy bueno porque los planes de Dios son mejores que los tuyos. (Lee esta conversación de Dios con un evangélico promedio). Él quiere consentirte pero no malcriarte.
12. Dios no te dice “tienes que orar mucho para que yo te escuche”, y tampoco te dice “tienes que diezmar-sembrar-pactar-ofrendas para que yo te escuche” o “tienes que hacer guerra espiritual para que yo responda tus oraciones”. Dios te dice “Confía en mí y ora de acuerdo a mí voluntad. Yo me encargo del resto como siempre lo he hecho y como siempre lo haré”.
13. El insomnio es una invitación de Dios para que pases la noche conociéndolo un poco más (y orando). Eso es algo de lo que hablo en mi ebook (puedes recibir una copia de regalo)
14. Orar es la cosa más importante que puedes hacer además de leer y meditar la palabra de Dios.
15. El poder de la oración no fluye de ti. El poder de la oración se basa en Quien escucha y contesta nuestra oración (Mat 6:9).
16. La cantidad de fe que tienes no determina si Dios contesta o no contesta tus oraciones. Dios responde a veces a pesar de nuestra falta de fe. Ejemplo: En Hechos 12, la Iglesia ora por la liberación de Pedro de la cárcel (v. 5), y Dios contesta su oración (v. 7-11). Pedro va al lugar de la reunión de oración, pero en un principio, los que están orando rehúsan creer que es Pedro en verdad. Ellos oraron por su libertad pero fallaron al no esperar una respuesta a sus oraciones. Aún así Dios respondió y se glorificó. Así de maravilloso es Él.
17. Cuando oras en privado no hay ningún humano al que puedas impresionar… y Dios usa eso para cuidarte de la hipocresía.
18. Buscar orar de forma teológicamente correcta es una forma de glorificar a Dios en tu vida y mostrar que lo amas. Es una forma de decirle “Señor, orar a ti de la forma en que tú quieres que yo lo haga me importa mucho porque tú me importas mucho”. Si amas a Dios, leerás la Biblia, y si lees la Biblia, orarás mejor y cada día verás más las cosas como Él las ve.
19. La lectura correcta de la palabra SIEMPRE conduce a la oración. (Lee también: 18 tips para leer mejor la Biblia)
20. Un día sin orar es un día en en el que fuiste orgulloso y creíste que no necesitabas a Dios.
21. Si el Hijo de Dios se está formando en ti (Gálatas 4:9), Dios siempre escuchará tus oraciones porque Él ama sin medida a Su Hijo.
22. Una vida sin oración es una vida sin amor, porque una vida sin oración es una vida sin Dios, y Dios es amor (1 Juan 4:8).
23. Las personas que no saben que la oración es más importante que el aire que respiramos, son las personas que menos oran.
24. Pedirle a Dios algo que no nos conviene, es pedirle que nos ame menos y eso nunca lo hará.
25. Nadie puede hacer algo contra tus oraciones.
26. Dios usa la oración para moldear nuestros corazones conforme a Su voluntad. Con frecuencia, así es como nos convierte en respuestas a muchas de nuestras propias oraciones.
27. No es casualidad que Calvino haya escrito más sobre la importancia de la oración que sobre la predestinación. Y es que nos hace daño tener conocimiento de Dios en la mente si no bajamos ese mismo conocimiento al corazón por medio de la oración.
28. Orar sin tener en cuenta los atributos revelados de Dios no es orar. Jesús enseña que los paganos oran erradamente porque ellos no conocen la revelación de Dios (Su Palabra). Por eso, por ejemplo, no saben que el verdadero Dios sabe exactamente lo que necesitamos incluso aunque lo pidamos (Mateo 6:7-8). Allí está la clave del asunto: Tenemos que conocer los atributos de Dios adentrándonos en Su Palabra.
29. Solo porque parece que algo funciona en la oración, no significa que en realidad funciona. ¡La mayoría de las personas de la iglesia en latinoamerica necesita re-aprender a orar! La oración no se trata de cómo podemos orar, sino de cómo Dios ha revelado que quiere que oremos.
30. Cuando oras por tus enemigos, Dios te enseña a amarlos mejor.
31. En un grupo de personas orando, importa más la naturaleza de las oraciones que el número de personas… Orar mucho sirve de muy poco o de nada si no se busca ora bíblicamente.
32. A veces oramos de forma muy general por muchos asunto, y por eso no vemos una respuesta precisa a nuestras oraciones, a pesar de que Dios las responda y esas respuestas estén frente a nuestras caras. Sé más específico al orar. Así cuando la respuesta de Dios esté ante ti, verás de forma más clara cómo Él sí responde tus oraciones.
33. Nadie es un experto en oración, pero todo cristiano buscar orar cada día mejor (y Dios es paciente y amoroso con nosotros mientras aprendemos a orar, y nos escucha a pesar de que a veces nos equivoquemos).
34. Solo porque aún no veas la respuesta a tu oración no significa que Dios te ignora. Cuando oramos, Dios nunca nos deja en “visto”.
35. Dios siempre concede nuestras peticiones cuando lo que más anhelamos es Él y Su voluntad. La Biblia dice: “Deléitate en el Señor y Él concederá los deseos de tu corazón” (Salmos 37:4). Y es que cuando nos deleitamos en Él, deseamos lo que Él desea.
36. Nunca debemos orar como si Dios nos debiera algo.
37. Dios es quien produce en nosotros el querer y el hacer (Filipenses 2:13)… y esto abarca nuestras oraciones y el motivo de ellas. Dios causa oraciones en los corazones de Sus hijos que Él planeó desde antes de la fundación del mundo que fuesen oradas y respondidas (Efesios 1 y 2 habla mucho sobre eso).
38. Dios quiere obrar a nuestro alrededor y en nuestras vidas de maneras que sean un reflejo de nuestras oraciones conforme a Su Palabra. Así queda muy claro que la gloria es de Él.
39. Hay un sentido en el que la espera de una respuesta o acción por parte de Dios es parte de la oración. Lamentablemente, en tiempos en que parece que Dios no nos responde, solemos actuar como si Él no hubiese hecho suficiente por nosotros. En vez de hacer eso, confiemos realmente en Él y seamos abrumados por Su grandeza. Seamos agradecidos y pacientes. Es difícil serlo, lo sé, pero con Dios todo lo bueno es posible.
40. Si no estoy orando con frecuencia y recibiendo gozo de Dios cuando es reafirmada mi confianza en Él, la culpa no es de Dios.
PREGUNTA: ¿Qué cosas has estado aprendiendo sobre la oración? Te invito a unirte a la conversación y dejar tu comentario abajo.
Lee también: Cuando parece que Dios no responde tus oraciones.