Una característica de las personas inteligentes, es que saben cómo afrontar las críticas que les hacen.
Seamos honestos: Haters gonna hate.
La mayoría de las veces que eres criticado es por envidia. Sin embargo, nosotros siempre podemos sacar algo bueno de esa experiencia.
Dios es tan sabio e ingenioso, que Él puede usar las críticas de las demás personas al permitir que tú las escuches, para motivarte a crecer a cada día más en Su amor.
Se trata de construir un castillo.
Sólo al árbol con frutos le tiran piedras. Esta es una verdad de la vida.
Está bien pensar que si somos criticados, es porque nos estamos volviendo importantes. Sin embargo, debemos preguntarnos:
“¿Por qué soy criticado en X área en particular, cuando la persona envidiosa que me está criticando podría criticar otra área de mi vida?”
“¿Será que en realidad hay algo que criticar en mí?”
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Por ejemplo: Si una persona te critica llamándote chismoso, tal vez lo hace para figurar. Sin embargo, ¿Por qué te dice chismoso cuando podría criticarte de otra forma? ¿Tal vez en verdad tienes ese problema que necesitas entregar a Dios para que Él lo corrija en ti?.
No te imaginas cuanto me ha permitido aprender Dios mediante las críticas de los demás.
Muchas veces funcionan como feedback de lo que estás dando.
Toma las piedras que te lanzan las personas, y úsalas para hacer un castillo y mejorar.
Atrévete a escuchar.
Tengo un problema: Suelo escuchar lo que la gente dice de mí. No porque me importe qué opinan los demás, sino porque me importa lo que yo opino de mí mismo al escuchar qué dice la gente.
Pero… Tal vez eso no sea tan malo.
Sí, a veces me amargo bastante y discuto mucho conmigo mismo, pero he llegado a la conclusión de que los cristianos debemos ser críticos con nosotros mismos porque cada cristiano es el mayor fraude que él haya conocido.
Los cristianos debemos dejar de pensar “esa persona es un criticón pecador que me juzga injustamente”, para pensar “esa persona me está señalando y tal vez tenga razón y hay algo que tengo que cambiar en mí”.
Hacer lo segundo requiere valentía.
Actuar con respecto a eso, requiere más valentía aún porque implica dejar orgullo al admitir que no somos perfectos.
Cada día le pido más a Dios que me haga valiente e inteligente. Le pido que me enseñe a escuchar lo que Él quiere que escuche, y así recibir feedback que puede ayudarme a crecer en Cristo cuando me doy cuenta de mis fallas y acudo a Él.
Yo te animo a que hagas lo mismo. Aprende de las críticas y crece para llegar a la cima.
Por último:
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(Photo: mohammadali)